Análisis

¿Cómo hacer de mi granja industrial un lugar seguro para mis trabajadores?

En Latinoamérica hay más de 15 millones de agricultores en riesgo de sufrir enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo

Ciudad de México, 21 de diciembre de 2022.— De acuerdo con cifras del Banco Mundial, la agroindustria representa entre el 5 y el 18 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 20 países de la región: en México el valor del sector agropecuario es de más de 4.2 por ciento del PIB nominal, concorde al dato resaltado en el portal de divulgación científica del Tecnológico de Monterrey; en Ecuador la agricultura aporta el 8 por ciento a la producción anual y genera más de 2.2 millones de empleos, según el Ministerio Agricultura y Ganadería de Ecuador; en Argentina las cadenas agroalimentarias generan 17 por ciento del empleo total nacional privado acorde al trabajo que realizó la Fundación Agropecuaria.

En Latinoamérica hay más de 15 millones de agricultores, quienes, derivados de la naturaleza de su labor, están en riesgo de sufrir enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo, entre los que destacan:

  • Pérdida de la audición debido al ruido.
  • Ciertos tipos de cáncer asociados con el uso de productos químicos y la exposición prolongada al sol.
  • Golpes, caídas, atrapamientos, dolores musculoesqueléticos, golpe de calor y todas las lesiones derivadas de trabajar la maquinaria agrícola.
  • Quemaduras o intoxicaciones por el contacto y la inhalación de sustancias nocivas (fertilizantes, pesticidas y otros productos fitosanitarios).

Ante estos riesgos potenciales la prevención puede convertirse en nuestro mejor aliado. Es importante seguir los protocolos de seguridad y estar bien capacitados en el manejo de maquinarias y herramientas. Además, el uso correcto y adecuado del equipo de protección personal (EPP) puede mantener al trabajador alejado de enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo e incluso salvarle la vida.

Sumado a esta protección que brindan los equipos de protección se suman las siguientes recomendaciones:

  • La higiene personal. Siempre se debe evitar que cualquier parte del cuerpo entre en contacto con productos agroquímicos.
  • Asesoramiento en el uso de los EPP, ya que cada uno es adecuado para diferente tipo de actividad, dependiendo también de la toxicidad de las sustancias que se trabajan. Por ejemplo, al trabajar con productos fitosanitarios se debe usar como mínimo el tipo 4, categoría III de CE de los overoles de protección química contra aerosoles líquidos acuosos, mientras que quienes se exponen a concentraciones de materiales activos pueden ponerse un delantal o bata con barrera de permeación química.
  • Proteger la cabeza con una capucha (generalmente los overoles la incluyen) o una careta.
  • Usar mascarillas que cubran al menos nariz y boca para impedir que se respiren sustancias peligrosas.
  • Se aconseja el uso de guantes y mangas que protejan de los cortes y el calor.

En cuanto a regulaciones, de acuerdo con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina, los aspectos que deben cuidarse y los protocolos a seguir para evitar riesgos de bioseguridad en las granjas industriales son la limpieza y la desinfección, insumos aprobados por las regulaciones vigentes, además de un control sobre los animales y su acceso a la granja.

Por otro lado, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay pautas de bioseguridad que deben seguirse y consideran aspectos de restricciones para visitantes, uso de EPP y la aplicación de normas que impidan la propagación de enfermedades al interior de las granjas y las que pueda propagar afuera.

En nuestras manos está que todos aquellos que laboran en la agroindustria lo hagan en las condiciones más seguras, bien capacitados y protegidos, para que puedan regresar sanos y salvos con sus seres queridos.

Fotografía: DuPont Agricultura

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