Se necesita menos de un litro de agua para extraer un kilo de plata y 16 mil litros para producir un kilogramo de carne
Ciudad de México, 25 de noviembre de 2019.— La extracción de minerales en el país genera un consumo mínimo de agua, en comparación con la elaboración de comestibles, bebidas o ropa, lo cual confirma que el sector minero aprovecha racionalmente el recurso, mediante la reutilización y reciclaje de 80 por ciento del líquido.
Información de la industria minera indica que para la extracción de un kilogramo de plata y cobre se utilizan 0.8 litros y 60 litros de agua, respectivamente, que se comparan favorablemente con el consumo de 75 litros requeridos para la elaboración de un vaso de cerveza.
El sector, por medio del organismo México Minero, destaca que, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para producir un kilogramo de aguacate se necesitan 205 litros de agua, mientras que se requieren dos mil 900 litros para fabricar una playera de algodón y 16 mil litros para obtener un kilo de carne.
Subraya que la minería labora para utilizar el agua de manera más eficiente, por medio de su reutilización y reciclaje, el tratamiento de aguas negras, la adopción de nuevas tecnologías y la incorporación de procesos más eficientes.
Expone que, de acuerdo con la Conagua, el 77 por ciento del agua disponible en el país se usa en el riego de cultivos, 14 por ciento se emplea para consumo de la población, 5 por ciento se destina a plantas hidroeléctricas y solo 4 por ciento a la industria autoabastecida (petrolera, acerera y química, entre otras), en donde se ubica la minería, con solo 0.7 por ciento.
Por otra parte, en su documento, Mitos y Realidades de la Minería, la Cámara Minera de México (Camimex), indica que actualmente hay operaciones del sector que trabajan 100 por ciento con aguas procesadas y existen plantas de tratamiento de aguas residuales.
Enfatiza que, por ello, es un mito que la minería pone en riesgo el abasto de agua, la desperdicie y la contamine o que provoque sequías por efecto de desertificación y agotamiento de las fuentes del líquido.
