Biotecnología

Analizan metales que “estresan” a las plantas

Investigadores revelan cómo el cobre afecta al betabel

México.— En los últimos años el estrés es un padecimiento cada vez más frecuente en la población, y entre las causas los especialistas citan básicamente las presiones en la vida cotidiana; sin embargo, se ha descubierto que las plantas también se ven afectadas por tensión como consecuencia del exceso de luz, ataque de patógenos y presencia de metales pesados en la tierra, lo que provoca pérdidas económicas en cultivos de interés agronómico.

Al malestar de las plantas se le denomina estrés oxidativo, que ocurre cuando se altera el balance entre oxidantes y antioxidantes, lo que desencadena un daño irreversible en los vegetales. Ahora especialistas del Departamento de Biotecnología del Centro de Desarrollo de Productos Bióticos (CeProBi) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) buscan mejorar la resistencia de vegetales contra dicho padecimiento.

De acuerdo con la doctora Gabriela Sepúlveda Jiménez, titular de la investigación, una de las prácticas agrícolas que contribuye al desarrollo del estrés oxidativo es cuando en las zonas de cultivo se usa cobre para el control de enfermedades causadas por hongos en las plantas, pero este metal genera daños en su crecimiento.

Explicó que otros metales pesados como el plomo, cadmio y zinc, mal manejados como residuos industriales, también contaminan los suelos, y por ende afectan el crecimiento desarrollo normal de las plantas. “Si esto sucede en un cultivo de importancia agrícola, repercute en la productividad. Y desde el punto de vista de los alimentos, si un cultivo acumula estos metales, tendríamos contaminación en los productos por dichas sustancias, lo que sería perjudicial para la salud.”

El modelo de estudio de esta investigación politécnica es la planta de betabel (Beta vulgaris L.), en la cual se probó que el cobre en concentraciones tóxicas se acumula en su raíz y genera estrés por oxidación en hojas y raíces, y causa una disminución del crecimiento en ambas partes.

El trabajo del CeProBi usó betabel porque las respuestas al estrés por oxidación lo pueden ver sin necesidad de usar técnicas adicionales. “Cuando hay una respuesta al estrés por oxidación causado por cobre, vemos que se forma un compuesto antioxidante en hojas y raíces de color rojo, llamado betacianina en dicho vegetal. Con la experiencia adquirida en la planta de betabel queremos enfocar el estudio a leguminosas importantes, como el frijol”, puntualizó la especialista.

La investigadora del IPN explicó que las plantas tienen cierto grado de tolerancia a los cambios ambientales, como es la disponibilidad de agua, temperatura, concentración de sales en el suelo, pero cuando estas condiciones están fuera de los límites se genera una condición adversa para su desarrollo. Hay un desequilibrio y se desencadena el estrés oxidativo, acotó.

Lo anterior, indicó la especialista, es el resultado de todos los cambios que sufre la planta desde el punto de vista bioquímico y fisiológico. Bajo este esquema, los investigadores recurren a las betacianinas, metabolitos secundarios con actividad antioxidante, y que quizá participan en la respuesta de defensa de las plantas para prevenir de esta manera el daño que les podría causar el estrés oxidativo.

Esta investigación es apoyada por la Secretaría de Investigación y Posgrado del IPN y el Conacyt, y en ella participan alumnos de maestría y doctorado de los programas de posgrado del CeProBi-IPN.

Fuente: Agencia ID

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