Biotecnología

Aumentan la vida de las fresas con grenetina

Entre las variadas aplicaciones del dicho “el amor entra por la vista”, se encuentra la del gusto, ya que gran parte de los consumidores relacionan el color, tamaño y textura de los alimentos con el sabor.

Esto pone en aprietos a agricultores que producen alimentos de pronta maduración como la fresa, fruto que tiene una corta vida después de la cosecha, además de que al ser congeladas pierden su consistencia y propiedades nutritivas.

La doctora Andrea Trejo Márquez, de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, de la Universidad Autónoma de México, encontró la solución a este problema al aumentar la vida útil de las fresas.

Con una película comestible de grenetina, derivada de desechos de la industria cárnica, utilizada también como base de la gelatina común, Andrea Trejo logró aumentar de tres a nueve días la vida útil poscosecha de las fresas.

Después de ser cosechada, la fresa tiene un lapso de vida de tan sólo 82 horas, por lo que el tiempo requerido para su comercialización puede ocasionar pérdidas de 45 a 50 por ciento a sus productores, dijo la investigadora.

Por otra parte México está posicionado como uno de los importantes productores de fresas a escala mundial y el quinto en exportaciones con casi 150 mil toneladas, después de España, Estados Unidos, Corea y Japón.

Los malos medios de transportación contribuyen a que grandes cantidades del producto no se comercialicen rápido y se echen a perder.

Sobre los resultados de su investigación, indicó que al aplicar una película de grenetina extraída de huesos y pieles de vacas o cerdos, se contribuye a aumentar las exportaciones a Europa, principalmente a Alemania e Italia.

Este proyecto de investigación denominado Películas comestibles para alargar la vida útil de las fresas, surgió de la necesidad de dos sectores de la sociedad: el de la industria ganadera, que produce excesos de desechos en huesos y pieles, y el del sector agrícola, en específico de productores de fresas, apuntó.

Los huesos de reses y cerdos son por lo general ricos en colágeno y éste no tiene ningún aprovechamiento en la industria cárnica, por lo que la investigadora llevó a cabo un proceso de descomposición del colágeno por medio de enzimas (hidrólisis enzimática) que facilitó la obtención de grenetina para aplicarla como un recubrimiento a los frutos.

Sumado a ello los parámetros de calidad como pH, acidez, textura, azúcares y color, no se ven mermados.

Fuente: La Jornada

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