El diario Juventud Rebelde informó este jueves en su versión digital que la bacteria destruye las larvas del mosquito en su primera y tercera fases de gestación, lo que impide su nacimiento.
En declaraciones al periódico, el especialista Raúl de Armas Fernández —director de la Unidad Provincial de Lucha Antivectorial en la provincia oriental de Camagüey— explicó la importancia que tiene el desarrollo de este método de control del zancudo.
Aseguró que el bacilo, cuya denominación científica es Thuringiensis israelensis —SH-14—, no afecta al hombre y se obtiene mediante un proceso de fermentación.
Este microorganismo se deposita en recipientes o sitios con agua y al ser ingerido por el mosquito le provoca una reacción fatal en su tubo digestivo.
De Armas dijo que la efectividad de esta bacteria se ha comprobado en pruebas de laboratorio y de terreno en áreas comprometidas con focos del Aedes aegypti, tanto en espejos de agua medianos como pequeños (cisternas, zanjas, fosas y tanques).
Detalló que el bacilo fue descubierto en 1911 en la provincia alemana de Turingia, y entre sus bondades está su carácter biodegradable, pues desaparece en siete días sin contaminar el ambiente.
Su uso comercial como insecticida y controlador biológico se inició en Francia en 1938 y luego en Estados Unidos, hasta que en la década de 1960 se sustituyó por otros más eficaces, al descubrirse otras cepas que podían atacar diversos tipos de insectos.
En octubre del año pasado, autoridades cubanas anunciaron la aplicación de un medio biológico que impide la reproducción de mosquitos vectores de enfermedades, entre ellos el Aedes aegypti.
El biolarvicida Bactivec, desarrollado por la empresa Labiofam, destruye rápidamente las larvas del culex, anopheles y Aedes aegypti. El gobierno de Cuba mantuvo en los meses recientes una de las más prolongadas campañas contra el dengue, pero se abstuvo de difundir hasta ahora un reporte oficial sobre la magnitud que alcanzó la enfermedad.
Carentes de noticias oficiales, muchos ciudadanos se encargaron de difundir distintas versiones, entre ellas la ocurrencia de varias muertes y la existencia de miles de afectados.
Según datos oficiales, la última epidemia de dengue en Cuba se registró en 1981, cuando más de 270 mil personas contrajeron la enfermedad y se reportaron 158 fallecidos en todo el país.
En 1997, en Santiago de Cuba se contabilizaron 205 casos y 12 muertos, y un nuevo brote surgido entre 2001 y 2002 registró 81 casos, con tres decesos.
En su versión más benigna, el dengue se manifiesta con fiebre alta, dolores musculares, abdominales, de cabeza y en articulaciones, algunas veces con erupción en la piel y vómitos.
Pero en su variante hemorrágica puede causar la muerte, y los cubanos esperan ansiosos la llegada del moderado invierno isleño para la desaparición de los criaderos de mosquitos.
El presidente en funciones de Cuba, Raúl Castro, afirmó en septiembre pasado que la erradicación de los focos del mosquito es una prioridad para la dirección del país, y señaló que el líder cubano, Fidel Castro, sigue atento la evolución del problema.
Fuente: La Jornada
