El invernadero con doble capa de polietileno es una tecnología que desde hace muchos años se utiliza en la producción de flores. Su particular cámara de aire formada por dos capas de plástico, permite que el recinto tenga una mayor estabilidad térmica y con ello se reduzca el problema de enfermedades en los cultivos. leer más
Sara Antonio
Su diseño está hecho para los climas templados y, como su nombre lo indica, tiene la capacidad de soportar dos capas de polietileno que se rellenan de aire para darle mayor estabilidad, tanto en el frío como en el calor.
Al separar las películas se genera una reducción de la condensación de agua en los plásticos –que generalmente está presente debido al choque térmico de la temperatura del interior con el exterior– lo que se traduce en una disminución de problemas fungosos en al menos 70 por ciento.
La ganancia térmica que se obtiene con este sistema permite ahorrar en el uso de calefacción entre 35 y 40 por ciento, asegura José Antonio Morales Espinosa, director general de Asesores en Construcción y Extensión Agrícola.
La inversión necesaria para colocar el sistema de doble capa en un invernadero es de aproximadamente 115 o 120 mil pesos por hectárea. Los comercializadores garantizan el plástico por dos años, pero comentan que cuando es doble puede alcanzar hasta cuatro años dependiendo de las condiciones locales.
El invernadero bicapa utilizado en la producción de flores no había encontrado una justificación de su uso en otros cultivos ya que el productor siempre buscaba lo más barato.
En la actualidad existen un más productores dedicados a las hortalizas y se comienza a notar el interés de éstos por buscar mejores tecnologías, que los hagan más competitivos.
Morales Espinosa destaca que, incluso, en Monterrey, Nuevo León, se está produciendo pimiento morrón en invernaderos de doble capa, a pesar de que se considera que en la capital neoleonesa se cuenta con uno de los peores climas del país.
El invernadero de doble capa representa una buena oportunidad para los productores de las regiones del centro, bajío y zonas con clima similar, pues pueden producir con muy poca o nula calefacción y durante todo el año.
Una buena ubicación para instalarlo serían regiones entre los mil y dos mil metros sobre el nivel del mar, además de que se localicen fuera de las zonas de huracanes. “Si se toman en cuenta estas observaciones el productor será competitivo de entrada; la tecnología lo hará productivo”, afirma el experto.
En un invernadero pequeño y sencillo con extensión de mil metros cuadrados, el productor tendría que invertir aproximadamente 200 mil pesos; si considera media hectárea de un invernadero con mayor grado de sofisticación y equipamiento, pagaría cerca de un millón de pesos.
Se recomienda iniciar un proyecto que no sea menor a media hectárea y se cuente con asesoría adecuada para que se pueda asegurar una buena producción y un mercado de distribución.
Morales Espinosa subraya que las tecnologías siempre han estado ahí disponibles al productor, pero hay que adaptarlas a los diferentes productos y regiones. “La tendencia de los invernaderos es creciente y no se puede detener.”
