Biotecnología

Medicinas a partir de plantas y animales transgénicos

Aunque la aplicación de Organismos Genéticamente Modificados en la producción agrícola sigue siendo duramente cuestionada por organizaciones no gubernamentales y otros sectores críticos, en lo que respecta a su uso médico ha habido algunos avances.

Una empresa lanzó al mercado la primera tripsina recombinante producida en plantas, que tiene las mismas propiedades físicas y funcionales que la obtenida de páncreas bovino.

La tripsina es una proteasa producida en el páncreas y que corta a las proteínas en sitios específicos. Sus aplicaciones son múltiples e incluyen la producción de insulina (la insulina producida en bacterias tiene que ser tratada con tripsina para que sea activa), en la producción de vacunas, en el cultivo de células y en el tratamiento de heridas.

De manera tradicional, esta enzima ha sido purificada a partir de páncreas porcino o bovino, pero recientemente esta práctica fue cuestionada debido a la preocupación que existe sobre la encefalopatía espongiforme bovina o mal de las vacas locas y otros patógenos que podrían ser transmitidos por el tratamiento de pacientes con sustancias derivadas de animales.

El producto ofrece una excelente alternativa a las proteínas derivadas de animales y se basa en un sistema de producción de proteínas recombinantes que permite que la tripsina bovina sea ahora producida en el grano de maíz.

Cerdos transgénicos que producen medicamentos

La leche y la orina de cerdos modificados genéticamente podrán ser la fuente de un medicamento para la trombosis, enfermedad que se produce por la formación de coágulos en los vasos sanguíneos y puede derivar en un infarto o en un derrame cerebral.

Estados Unidos y Corea del Sur han desarrollado esta tecnología. En este último caso, la Administración de Desarrollo Rural informó que generaron cinco cerdos que producen una proteína denominada “activador de plasminógeno” (tPA), un anticoagulante que previene la trombosis en forma natural.

Estos cerdos transgénicos se crearon por microinyección, en ovocitos fertilizados, del gen que lleva la información para el tPA humano. El tPA es uno de los diez medicamentos recombinantes que se usan en el mundo y se obtiene a partir de cultivos de células de mamífero.

Su costo es de 45 mil pesos por gramo y se estima que su mercado global es de 350 millones de dólares. La producción en cerdos reduciría el costo del tPA cien veces.

Uganda desarrolla bananas transgénicas

El Instituto de Investigación Agrícola de Kawanda (KARI), Uganda, desarrolló una nueva variedad de banana modificada genéticamente la cual permitirá atacar la marchitez de la banana, enfermedad que afecta fuertemente este cultivo en África.

Uganda es uno de los países líderes en el continente negro en investigación en biotecnología. Los científicos señalaron que el cultivo cumple con todas las condiciones de bioseguridad ambiental y alimentaria.

La banana es el cuarto producto alimenticio de primera necesidad en el mundo. La producción mundial llega a 65 millones de toneladas al año, concentrada en África, Asia, el Caribe y América Latina. África produce 30 millones de toneladas al año, cantidad que consume casi en su totalidad. Sin embargo, la producción viene decayendo desde la década de los setenta, debido a las enfermedades que sufre el cultivo.

Maíz con más aceite y proteínas

Científicos de la Universidad de Riverside (California, EU) han desarrollado una tecnología mediante la cual se obtienen granos de maíz con menos almidón pero con el doble de proteína y aceite. Las flores del maíz se desarrollan normalmente por pares, pero una de ellas aborta antes de que pueda ocurrir la polinización.

Dado el papel que juega la hormona vegetal citoquinina en prevenir la muerte de los órganos de la planta, los investigadores pensaron que esta hormona podría rescatar estas flores destinadas a morir. Introdujeron un gen que permite la producción de citoquinina en las flores en desarrollo. No sólo rescataron la flor que debería abortar, sino que los granos formados a partir del par de flores se fusionaron en un único grano de tamaño normal pero con dos embriones y un endosperma reducido. Como es el embrión el que contiene proteína y aceite, la presencia de dos embriones duplicó el contenido de estos componentes, y al reducir el endosperma, que contiene los hidratos de carbono, se redujo la cantidad de almidón.

Plantas que requieren menos fertilizante

Investigadores de la Universidad de Okayama, Japón, obtuvieron plantas genéticamente modificadas con mayores cantidades de carbono, aminoácidos y nitrógeno, que además, son capaces de crecer en suelos que contienen la décima parte del nitrógeno que las plantas control necesitan para florecer. De acuerdo con la revista Scientific American, los científicos transformaron genéticamente a la planta modelo Arabidopsis agregándole un gen (Dof1), que afecta el metabolismo.

Aceite de soya más saludable

Una variedad de soya desarrollada por un grupo de investigadores de la Universidad de Nebraska, Estados Unidos, podría emplearse para obtener aceite más saludable. La transformación genética de la soya consistió en silenciar dos genes para aumentar los niveles de ácido oleico y disminuir los de ácido palmítico.

La soya fue mejorada para contener más ácidos grasos monoinsaturados (“buenos”) y menos ácidos grasos saturados y poliinsaturados (“malos”).

Esta variedad transgénica contiene entre 75-80 por ciento de ácido oleico (monoinsaturado), por lo que el aceite es estable y no requiere hidrogenación. La soya común contiene entre 15 y 20 por ciento de ácido oleico.

Reducen costos en cultivos transgénicos

La División de Agricultura de la Universidad de Arkansas, Estados Unidos, desarrolla un método que reduce los costos de producción de cultivos transgénicos. Con los métodos actuales se produce la inserción del gen foráneo en cualquier sitio del genoma de la planta. Esta integración al azar puede causar mucha variabilidad e inestabilidad en la expresión del transgén en las primeras generaciones de plantas. Se requieren años de pruebas y cruzamientos para identificar a las plantas más estables que sirvan como líneas parentales para la producción de semillas de la nueva variedad.

En la primera fase del proyecto usaron una técnica conocida como “sistema Cre/lox” para insertar el gen en un sitio específico del genoma del arroz. Lo nuevo del método es que cada línea de arroz resultó estable.

El sistema Cre/lox requiere la adición de varios genes que sólo sirven para lograr la inserción en un punto específico del genoma y que deberían ser eliminados para obtener las variedades comerciales. El equipo está trabajando actualmente para entender los mecanismos necesarios para eliminar estos genes y así poder completar el trabajo.

Frijol OGM resistentes a virus

Investigadores de Brasil están evaluando la primera cosecha del ensayo a campo de frijoles transgénicos resistentes al virus del mosaico dorado, que causa una enfermedad que transmite la mosca blanca (Bemisia tabaci) y que se considera la más importante para este cultivo en zonas tropicales y subtropicales. Además, ataca a los cultivos de tomate, chile, soya, algodón pepino y melón.

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