Tras la autorización decretada hace dos meses para experimentar con maíz transgénico en México, hasta el momento se han presentado 45 solicitudes de empresas biotecnológicas
México.— A decir de ambientalistas, la diversidad biológica del alimento base del mexicano se encuentra en peligro. Ante los cuestionamientos sobre el impacto del maíz transgénico en las variedades mexicanas, Greenpeace señala que debería reconsiderarse la siembra experimental en nuestro territorio.
Aleira Lara, coordinadora de Agricultura Sustentable de Greenpeace México, dijo: “que se resuelvan todos los pendientes que tiene la Ley de Biodiversidad, que es la verdadera implementación de un régimen de protección al maíz, y que se resuelvan los casos de contaminación que se han presentado”.
Tras la autorización decretada hace dos meses para experimentar con maíz transgénico en México, hasta el momento se han presentado 45 solicitudes de empresas biotecnológicas.
Según las autoridades, estas pruebas en análisis, que comenzarían hasta 2010, ayudarán a identificar la viabilidad de las semillas modificadas.
“Esta tecnología promete mucho, tiene muchas posibilidades, pero también riesgos, y queremos ir de una manera cautelosa, pero la inmovilidad de no hacer nada es lo único que no queremos hacer, queremos tener conocimiento de nuestros propios maíces y cómo los podemos manejar”, expresó Ariel Álvarez Morales, secretario Ejecutivo de Cibiogem.
Los solicitantes aseguran que realizarán sus siembras con extrema seguridad. La empresa Monsanto gestiona la autorización de 15 parcelas de dos hectáreas cada una, en cinco estados del norte; destaca que las tres variedades de transgénicos con las que experimentaría, tienen el potencial de elevar hasta 20 por ciento el rendimiento de este cultivo.
“Vamos a empezar con medidas muy estrictas y una de ellas, una de las principales es justo ésta, la de aislamiento, donde dices, voy a hacer mi experimento entre otro tipo de plantas que no sean maíz”, apunto Andrés Félix Flores, director jurídico de Monsanto.
Expertos y ambientalistas responden que hasta el momento, estos cultivos no han demostrado ser completamente inofensivos al medio ambiente, por lo que insisten en prohibir la experimentación.
En Europa, seis países han rechazado la siembra de maíz transgénico ante las dudas sobre su inocuidad.
Fuente: Once Noticias
