Biotecnología

Semillas transgénicas, ¿alternativa ente el cambio climático?

Si bien es cierto que los seres humanos han domesticado, seleccionado y cruzado diversas plantas y animales desde la época Neolítica, cuando la agricultura orilló a las poblaciones nómadas colectoras y cazadoras a conformar asentamientos para esperar el crecimiento de las cosechas ─cuya finalidad era tener alimentos vegetales que satisficieran gusto y necesidades─, el inusitado desarrollo de la manipulación genética conlleva peligros incalculables y tal vez irreversibles tanto para el medio ambiente como para los consumidores.

Y es que dentro de éstos se ha desarrollado una serie de asociaciones simbióticas con las bacterias existentes en los tractos digestivos que han evolucionado paulatinamente a raíz de su consumo, proceso que ha llevado varios cientos de miles de años y cuya función es poder degradar la celulosa de las plantas ingeridas, ya que las enzimas digestivas en los humanos no pueden efectuar dicha descomposición.

En el consumo de plantas derivadas de semillas transgénicas se desconoce por completo su efecto en la salud humana dado el corto tiempo en el que han estado en el mercado como para poder evaluar sus efectos.

Semillas transgénicas: negocio redondo
Uno de aspectos más graves de la utilización de las semillas de maíz transgénico es la introducción de una técnica denominada terminator, cuya patente fue concedida al Departamento de Agricultura de Estados Unidos y a la empresa privada Delta & Pine Land, actualmente perteneciente a Monsanto.

Dicha técnica consiste en introducir un gen asesino que impide la evolución del grano cosechado, de manera que la planta crece y la recolección es normal pero el producto ─maíz─ es estéril. Ello significa que los agricultores no pueden reutilizar la semilla en la siguiente siembra y por lo tanto tendrían que comprarla a los distribuidores de éstas (Monsanto, Bayer CropScience, Syngenta, BASF y DuPont). De manera que los agricultores no pueden usar sus propias semillas para la nueva cosecha.

Una sencilla y elemental decisión… si no hay intereses de por medio
La aparente solución a los problemas del campo mexicano y latinoamericano no está en utilizar las tecnologías propuestas por Estados Unidos en esta nueva Revolución Verde, ya que los costos conllevarían un endeudamiento mayor al ya existente sin garantizar resultados en el rendimiento de las cosechas.

Asimismo, el ingreso al ecosistema agrícola de semillas transgénicas alteraría de forma severa e irreversible el delicado mecanismo de la ecología, aspecto de graves consecuencias en el corto, mediano y largo plazos, ya que el maíz transgénico podría cruzarse con el maíz original quedando ahora en su genoma la cepa terminator, volviendo estériles todas variedades de maíz existente en América Latina.

Eso sin contar con los efectos en la salud humana. De ninguna manera debe ser sustituido el sistema de policultivo por el monocultivo porque fomentaría la disminución de la diversidad natural de los ecosistemas. A menos, claro, que los intereses económicos involucrados en la compra de los insumos propuestos en esta nueva revolución se encuentren en juego.

* Departamento El Hombre y su Ambiente. UAM-Xochimilco

2000 Agro

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