Maquinaria e Insumos Agricolas

La tractorización en México

Antecedentes y perspectivas

Por: Ing. Jaime Cuauhtémoc R. Negrete*
Foto: Especial

El primer tractor de combustión interna del que se tiene noticias en México fue el recibido en 1917 por Venustiano Carranza —siendo presidente—, como un presente de Henry Ford.

Algunos años después, de forma directa comerciantes y agricultores importaron al país los tractores Ford, que fueron pioneros en la mecanización agrícola en México, siendo en total 112 los tractores comprados a Estados Unidos hasta antes de 1918.

Desde entonces y hasta finales de los años treinta, la mecanización avanzó muy poco, pero a partir del sexenio de Manuel Ávila Camacho se dio un impulso decisivo a la introducción de tractores.

La reforma agraria facilitó la adquisición de tractores en bloque, cuando en 1936 el Banco Rural (Banrural) adquirió un lote de tractores para destinarlos al cultivo de algodón en la región lagunera.

1940-1960: época de oro para la importación de tractores
Debido el apoyo gubernamental, durante la década de 1940 floreció la importación de tractores; de acuerdo con información oficial, hasta 1965 las 13 principales empresas importadoras de tractores que concurrían en el mercado mexicano eran:

1.    Ford Motor Company, tractor Fordson.
2.    Cía. Distribuidora de Tractores e implementos Agrícolas, tractor Nuffield.
3.    International Harvester de México, tractor International Harvester.
4.    Mexico Tractor & Machinary, tractor Caterpillar.
5.    Carina, SA, tractor Porsche.
6.    Equipos Superiores, SA, tractor Massey Ferguson.
7.    Tractores Oliver, SA, tractor Oliver.
8.    Cía. Panamericana de Maquinaria, tractor David Brown.
9.    Cockshutt Farm Equipment, tractor Cockshut.
10.    Motores y Maquinaria, tractor John Deere.
11.    Tractores Universales, tractor Ford.
12.    Trasatlántica Comercial, SA, tractor Hannomag.
13.    Allis Chalmers de México, tractor Allis Chalmers.

1966–1982: fabricación nacional
Debido a la importancia que adquirió la importación de tractores agrícolas hasta 1965, el gobierno federal desarrolló una política cuya finalidad era la integración nacional de los productos que se importaban, básicamente para la industria automotriz y con base en las que podían producirse partes para tractores agrícolas.

La Secretaría de Industria y Comercio (antecedente de la actual Secretaría de Economía) exhortó a los importadores de tractores agrícolas a que presentaran programas de fabricación con las siguientes bases:

a)    Alcanzar un 60 por ciento de integración nacional como mínimo en el costo directo de producción.
b)    Que las empresas estuvieran dispuestas a tener mayoría de capital mexicano.
c)    Que el costo de asistencia técnica que recibieran las empresas extranjeras no fuera superior a 3 por ciento sobre sus ventas netas.
d)    Aceptar que los precios de venta al público de los tractores en México no fueran superiores a 25 por ciento de los correspondientes en el país de origen.

Las cuatro marcas que en 1966 presentaron dichos programas de fabricación y que satisfacían los requisitos fijados por la Secretaria de Industria y Comercio fueron International Harvester y John Deere; posteriormente, en 1967 se incorporaron Massey Ferguson y Siderúrgica Nacional, SA.

Con base en la Ley de Fomento de Industrias Nuevas y Necesarias, se les otorgaron franquicias fiscales a cambio de cumplir con determinados requisitos, entre los que sobresalía el de mayoría de capital nacional.
Éste fue satisfecho por John Deere, SA, mediante la adquisición de una parte —25 por ciento─ por el grupo Banco Nacional de México (Banamex), quedando 26 por ciento a disposición de inversionistas nacionales.

Las empresas International Harvester y Massey Ferguson realizaron cada una convenios con la Secretaría de Hacienda, creando un fideicomiso por la mayoría de sus acciones con empresas financieras mexicanas del sector privado, para ser puesta a la venta al público.

También participó la empresa paraestatal Siderúrgica Nacional, SA, maquilando el tractor Ford y el tractor de origen soviético T-25 Vladimir, del cual produjo más de 17 mil pequeños tractores entre 1970 y 1989.

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