Pecuario y Pesquero

18 países de ALC adoptan hoja de ruta FAO para erradicar la peste porcina clásica

La enfermedad es endémica en la región andina y su situación más crítica ocurre en algunos países caribeños

Santiago de Chile.─ Dieciocho países de América Latina y el Caribe adoptaron la estrategia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para controlar la peste porcina clásica (PPC), enfermedad que genera multimillonarios impactos económicos.

La decisión de los países ocurrió durante la reunión del Plan Continental de erradicación de la PPC para las Américas, liderado por la FAO.

En varias regiones se han conseguido avances significativos en el control y erradicación de la PPC, como en Norteamérica, América Central y del Sur, pero la enfermedad es endémica (aunque bajo control) en la región andina, y su situación más grave ocurre en el Caribe.

Según la FAO, erradicar la peste porcina es un paso importante para fortalecer la seguridad alimentaria de América Latina y el Caribe: “Los cerdos son una fuente fundamental de proteína para nuestra población”, explicó Tito Díaz, oficial de Producción Pecuaria de la FAO.

Díaz agregó que la mayor parte de los productores de cerdos en la región son pequeños productores: “La agricultura familiar responde por el 86 por ciento de los predios de producción porcina en América Latina y el Caribe”, explicó Díaz.

La hoja de ruta hacia la erradicación

El modelo para el control progresivo de la PPC basado en riesgo desarrollado por la FAO, permitirá a los países monitorear la enfermedad, principalmente en zonas endémicas, mejorar la gestión de riesgo y comparar su progreso de acuerdo a las metas establecidas en los programas nacionales de control.

“Esta hoja de ruta facilita el seguimiento de los programas y el cumplimiento de metas de corto y mediano plazo que generan credibilidad y confianza de todos los actores sobre el programa de erradicación”, dijo Tito Díaz.

La falta de voluntad política, la baja disponibilidad de vacunas y la escasa notificación de la enfermedad por una débil vigilancia epidemiológica dificultan el control de la enfermedad.

Las fallas en el control del movimiento y comercio ilegal de cerdos tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales también son algunos de los elementos que contribuyen a mantener la infección y su diseminación desde zonas afectadas hacia zonas libres.

Los últimos brotes en la región ocurrieron en la comunidad andina (Bolivia, Ecuador y Perú).

Esta región cuenta con el apoyo de la FAO mediante un proyecto de cooperación técnica para fortalecer sus programas de control y erradicación y así cumplir con sus objetivos de lograr la erradicación en 2020.

Fuente: Agencias

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