Pecuario y Pesquero

2010, año de la verdad para los lecheros

Sequía, costosos insumos y nulos apoyos agravarían crisis del sector: Anglac

2010-anoverdadMÉXICO.— El 2010 será un año más complicado para los productores lecheros del Bajío, toda vez que la crisis del sector pudiera agravarse por los altos costos del poco forraje y granos que se cosecharán en el resto de 2009 debido a la sequía que azota a la región, así como por los mínimos apoyos gubernamentales y por la constante entrada al país de la leche en polvo estadounidense a un precio menor que lo que cuesta la leche fresca nacional.

Todas éstas son situaciones que ya han propiciado la caída de los precios de la leche fresca en alrededor del 30 por ciento, detenido el 99.9 por ciento de las inversiones de los productores de la región, metido en cartera vencida a los proveedores y el imposible cierre de establos en el Bajío porque no hay quien compre el ganado y en el caso de todo el país, enviado al rastro a por lo menos cien mil vacas que aún se encontraban en edad productiva.

Cuestiones que a fin de cuentas repercutirán en una descapitalización del sector, ya que es muy difícil restituir un activo después de haberlo quitado y se complica más porque al no haber certidumbre en el ramo, no hay interés del capital extranjero por invertir en el sector, de ahí que la producción lechera nacional esté en un 99.9 por ciento en manos mexicanas, comentó Vicente Gómez Cobo, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros (Anglac).

En entrevista, el titular de la Anglac sostuvo que la crisis del sector se ha agravado principalmente por la preferencia de los industriales hacia la leche en polvo y por los altos precios de los alimentos del hato, ya que éstos se han elevado al doble de su costo entre 2006 y 2009, lo que ha dado como resultado sustanciales pérdidas para los productores y engaños para el consumidor.

Esto último, porque la leche en polvo que viene subsidiada de Estados Unidos le cuesta a los industriales alrededor de tres pesos por kilogramo y la leche fresca entre 4.20 y 4.70 pesos por litro, aun así, 80 centavos por debajo del costo que debiera pagarse por el llamado “oro blanco”, pues producir un litro de leche fresca en el Bajío cuesta al menos 5.20 pesos.

Asimismo, porque al comprar leche en polvo para producir yogures, quesos u otros derivados de la leche, los industriales se quedan con un mayor diferencial de ganancia y entregan al consumidor productos con una menor calidad.

“El panorama es muy complicado, ya que los precios de los granos tuvieron un alza en el 2007 y 2008, y aunque después bajaron un poco por la devaluación, aún son caros, pues juntos con los forrajes representan ya el 70 por ciento de los costos”, señaló el líder de los ganaderos lecheros del país.

Además, “la leche en polvo también nos viene afectando, ya que al tener un costo muy bajo, la industria prefiere utilizarla y como no es una leche para consumo en casa, la industria se está quedando con el diferencial entre la leche que nos compran a nosotros y la que compran en polvo”.

Aunado a ello, Gómez Cobo comentó que en los últimos meses los precios de la leche fresca también se han venido desplomando, situación que pone en la incertidumbre y desesperación a los productores, ya que muchos no han cerrado sus establos por no haber quien compre las cabezas de ganado, por lo que el productor “tiene que seguir adelante” pese a las condiciones del mercado o, en su caso, amamantar a los becerros para vender la leche como carne.

Sobre la leche que viene de Estados Unidos, argumentó que el ritmo de las importaciones ha crecido más que el de la producción nacional, ya que hace 15 años, el 90 por ciento del consumo se producía en México y el resto provenía de otras naciones, mientras que en 2009, el 30 por ciento viene de afuera.

Dichas importaciones han crecido bajo el amparo del TLC que México tiene firmado con sus vecinos del norte, mientras que ellos en contraparte, imponen barreras comerciales para que sólo tengan “la puerta abierta” para enviar sus excedentes.

“Para ellos, está abierta la puerta para que puedan mandar sus excedentes, para que pueda venir cualquier producto, el problema es que por los reglamentos y barreras arancelarias, es muy complicado el mandar leche, quesos o yogures. Por eso, las exportaciones de leche a Estados Unidos son casi cero y las exportaciones de ellos son casi de leche en polvo.”

Asimismo, como resultado de la importación de leche en polvo, la producción de leche fresca ha venido creciendo a ritmos de entre 2 y 3 por ciento, y se espera que sea de cero crecimiento para 2009, mientras que el de la importada sería de 8 por ciento como en los últimos años.

Respecto de la sequía, el entrevistado aseguró que ésta ya provocó una disminución del 30 por ciento de los rendimientos de los granos y forrajes en regiones de riego de Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, específicamente en la Huasteca potosina.

“La sequía nos está pegando fuertemente por la disminución de los rendimientos, todo lo que es Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, traemos rendimientos de 30 por ciento menos que al año pasado y esto ha generado que aumente el costo, pues sea como sea, el que lo compra lo tiene que pagar mucho más caro que el año pasado y el que lo produce tiene una merma en su rendimiento.

“Y a todo eso, se le suman los insumos importados como productos de limpieza o refacciones, entonces todo se convierte en una situación precaria, ya que se ve una descapitalización del sector y, a la larga, eso será un problema para el país, ya que destruir los activos es como destruir una casa, y si uno quita las vacas, es un activo que es muy difícil de volver a poner.”

En el caso de los proveedores, dijo, están teniendo problemas de cobro y por consiguiente sus carteras están subiendo porque los productores no les están pagando y en definitiva “sí traen cartera vencida”.

Vicente Gómez Cobo indicó que el sector lechero, en su caso el queretano, recibió apoyos, pero no los necesarios para remontar la crisis.

“Hay muchos apoyos, como el Progan o el Procampo, pero son más apoyos sociales que para los productores. Normalmente los gobiernos privilegian la parte social y descuidan la parte productiva, por eso siempre se tiene la idea de que el campo es improductivo y deficiente, cosa que no es real, habría que separar las ayudas, para hacer más rentable al actividad.

“El gobernador y su gente aplicaron los programas, pero no hicieron ningún esfuerzo adicional por solventar la situación de los productores. Sí hubo dialogo y demás, pero ningún interés especifico.”

Sobre el interés del gobernador electo Calzada Rovirosa, aseveró que la Anglac ya se acercó a él y su equipo, y “mostró un interés en el tema agropecuario y en la industria lechera”, ya que son sectores que generan empleos bien remunerados a largo plazo, por ello, “está consciente de eso y ha quedado en apoyarnos”.

En cuanto a los nuevos impuestos que propone la administración federal, señaló que aún no son “preocupantes”, ya que primero el sector debe “ser rentable y tener utilidades, y lo necesario ahora es generar normas para producir productos de valor agregado y programas serios, ya que si hay ayudas como las de siempre, sólo servirían para sobrevivir, por ello es urgente crear programas que generen productividad y competitividad, ésa es la ruta que se debe seguir”.

El año que viene “será complicado, muy incierto y no se ve un panorama muy bueno para los próximos 12 a 18 meses”, afirmó el dirigente de los ganaderos lecheros mexicanos, sector que genera 200 mil empleos directos y otros 500 mil indirectos en todo el país y que anualmente produce diez mil 500 millones de litros de leche fresca.

Fuente: Finsat – El Financiero online

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