Capacitar al personal contribuye a conservar el estatus de país de riesgo insignificante en EEB, que permite a los productores mexicanos exportar cárnicos y animales en pie
Con el objetivo de reforzar y actualizar los conocimientos del personal técnico del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), responsable del Programa de Prevención de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) en México, se llevó a cabo el Quinto Curso Anual de Caracterización Microscópica de Alimentos.
La finalidad de estos cursos dirigidos al personal técnico especializado del Centro Nacional de Servicios de Constatación en Salud Animal (Cenapa), es coadyuvar a que se cumpla la prohibición de que los rumiantes consuman alimentos elaborados con harinas de carne y huesos de esa misma especie como principal ingrediente.
Durante los últimos años, el Senasica reforzó el trabajo contra esta enfermedad, también conocida como “mal de las vacas locas”, mediante la participación de los técnicos del Cenapa en cursos de capacitación en la técnica de microscopía, que permite identificar la presencia de estas harinas y otros adulterantes en los alimentos destinados a rumiantes.
Capacitar al personal en estos temas, contribuyó de manera decisiva a que en mayo de 2016 la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en francés) otorgara a México el reconocimiento de país de riesgo insignificante, respecto a la EEB.
Esta técnica, basada en la observación de las características físicas, de los microcomponentes del alimento, relaciona características tales como: aspecto, color, tamaño de partícula, dureza, textura, olor y estructuras, lo cual permite detectar los contaminantes.
Con el patrocinio, durante los últimos cuatro años, de la National Renderers Association (NRA) de Estados Unidos, fue posible que impartiera el curso la mexicana Lilia Marín Martínez, quien es una investigadora reconocida mundialmente como experta en el tema.
Desde 2007, el Cenapa realiza pruebas en concentrados destinados a la alimentación de rumiantes, con la finalidad de cumplir lo señalado en la NOM-060-ZOO-1999, “Especificaciones zoosanitarias para la transformación de despojos animales y su empleo en la alimentación animal”, respecto a que los alimentos que consumen, no contengan harinas de carne y hueso procedentes de rumiantes.
