Pecuario y Pesquero

Enfermedades y síntomas del ganado en Querétaro

QUERÉTARO, Qro.– Al hablar acerca de las enfermedades en el ganado es fundamental ubicarse en el tipo de actividad a la que se somete a éste y, sobre todo, al tipo de ganadería de la región.

En entrevista con 2000Agro, el médico veterinario zootecnista Carlos Alberto Vega Pérez, propietario de la clínica veterinaria La Granja, indicó que en el caso específico de Querétaro, las patologías más comunes a las que está expuesto el ganado se dividen, por una parte, en las que enfrentan los ganaderos tecnificados, y, por otra, las que padece el ganado de los ejidatarios.

Los grupos de ganaderos tecnificados se dividen en dos actividades comerciales: establos lecheros y corrales de engorda. A continuación se detallan las patologías que cada explotación presenta.

Ganado lechero

Las principales patologías que estos animales presentan son problemas de mastitis, infecciones vaginales pospartos y problemas nutricionales.

Asimismo, derivado de los problemas nutricionales y del manejo y condiciones en que se encuentran estos animales (están encerrados, por lo que no tienen una gran actividad física) pueden desarrollar problemas de pezuñas.

Este tipo de ganado –indicó Carlos Alberto Vega– está muy controlado y cuidado, pues es sometido a programas rutinarios de desparasitación y vacunación.

No obstante, las principales enfermedades que pueden presentar son:

Problemas de patas

Este padecimiento consiste en pezuñas que se deforman, cojera y un caminar chueco. Al detectarse alguno de estos síntomas es importante revisar al animal y ver qué le ocurre porque quizá sólo se trata de una piedra que se le atoró entre las pezuñas o, en el peor de los casos, de alguna enfermedad. Normalmente la curación de este tipo de padecimientos es sencilla.

Tuberculosis

Existen pruebas ya establecidas por la Sagarpa en las que se monitorea, mediante una inyección, si el animal padece esta enfermedad. El examen, conocido como prueba de sensibilidad, consiste en vacunar al individuo y si produce reacción es que es positivo a la enfermedad.

Al comprobarse que el animal no padece la enfermedad, la Sagarpa extiende un certificado de libre tuberculosis para que el productor lo pueda comercializar libremente, con la confianza que está vendiendo un ejemplar «limpio».

La tuberculosis en el ganado produce nódulos, endurecimiento del tejido de los pulmones y crea tumoraciones de calcio. Cuando la enfermedad está muy avanzada, estas tumoraciones o bolas se pueden sentir en la piel, son nódulos que no pasan de un determinado volumen y no le producen dolor al animal.

El especialista en ganado indicó que es muy difícil detectar estos nódulos internamente, de ahí la importancia de aplicar la prueba de sensibilidad a la tuberculina una vez al año.

«Esta enfermedad normalmente se presenta en animales sometidos a un trabajo muy intenso de producción y de alimentación y en animales de mucha edad.

«Una vez confirmada la enfermedad, sí hay forma de tratarla pero no es costeable, es un tratamiento muy largo y difícil y normalmente los animales no se curan al 100 por ciento, por lo que se debe analizar la conveniencia de seguir manteniendo a un ejemplar que no podrá producir más leche; lo mejor es mandarlos al rastro y reemplazarlos por animales nuevos que sí produzcan», aseguró.

Brucelosis

Esta enfermedad es mejor conocida en los humanos como fiebre de Malta y se transmite al humano vía la ingestión de leche sin hervir ni pasteurizar.

La brucelosis es una enfermedad contagiosa que se transmite entre el ganado por contacto sexual. Asimismo, una persona se puede infectar con la bacteria brucella si toma leche cruda de cabra o de vaca proveniente de un animal que dé positivo, y posteriormente contagiar la enfermedad a otros individuos por medio del contacto sexual.

La brucelosis es una enfermedad que se aloja en el tejido reproductivo, en el hombre en los testículos y en la mujer en los ovarios; los sitios donde se deposita carecen de vasos sanguíneos por lo que es sumamente difícil combatirla, ocasionando muchos problemas reproductivos, muy difíciles de eliminar y con tratamientos muy prolongados.

Los síntomas en el ganado consisten en problemas de inflamación testicular, dolores e incluso problemas al momento del contacto sexual. El animal que padece brucelosis, difícilmente querrá cruzarse, aunque la vaca o la hembra estén en celo.

Para detectar este padecimiento es necesario que un especialista tome una muestra de semen y la analice. También se puede aplicar la prueba de brucelosis mediante una vacuna, que al producir reacción indica que el animal es positivo a la enfermedad.

El tratamiento consiste en antibióticos y desinflamatorios. Pero, al igual que en el humano, en el animal es también prácticamente imposible erradicar la bacteria brucella.

Carlos Vega dijo que al ganado infectado con brucelosis lo más práctico es mandarlo al rastro porque el productor necesita tener mucho dinero para mantener a un animal que no va a producir nada y no va a poder ni siquiera procrear.

Problemas de alimentación

Estos padecimientos están ligados a la cantidad y calidad del forraje que se le da al ganado.

Aunque en los grandes ranchos y establos ya se tiene asegurado el alimento de los animales, los problemas de alimentación surgen cuando repentinamente se produce un cambio en los concentrados de los mismos. Ese cambio de alimento, el porcentaje de proteína, la cantidad de grasa e ingredientes propios de la ración, producen problemas de digestión como acidosis, meteorismo, entre otros, que redundan en la baja de producción de leche porque el animal no está comiendo ni digiriendo igual.

Para evitar estos problemas se debe cuidar meticulosamente la alimentación, que los ingredientes de la ración estén bien balanceados y sean los mismos ingredientes los que se le suministren durante toda la vida productiva de la vaca, sin que haya cambios bruscos.

Además, un animal mal alimentado presentará también problemas de infecciones porque su sistema inmunológico se deprime.

Ganado de engorda

Otro sistema de explotación muy tecnificado y que se desarrolla en Querétaro es el del ganado de engorda. Los productores compran becerros de 150 o 200 kilos, los engordan y mandan posteriormente al rastro para que su carne sirva para consumo humano.

Este tipo de ganado, al igual que el lechero, se ubica en proporciones muy pequeñas de tierra, en las cuales puede haber desde 50 hasta 100 becerros. La intención es que los animales tengan libre acceso a su alimento y agua durante todo el día y se vean sometidos al menor desgaste físico posible para que ganen la mayor cantidad de kilos por día. Entre más engorden son más redituables.

Cuando la higiene de los corrales no es muy buena, las enfermedades propias del ganado de engorda son los padecimientos digestivos, las neumonías y algunos problemas de patas.

Normalmente, cuando los becerros llegan a un corral de engorda se les somete a un tratamiento médico que consiste en vacunar para prevenir las principales enfermedades. También se les dan vitaminas y se desparasitan.

Asimismo, Vega sostuvo que «en algunas ocasiones algunos productores ponen un implante, el cual es un anabólico, pero, a diferencia de las sales de clembuterol, el anabólico es en una cantidad muy pequeña y a una concentración muy baja, el objetivo es inhibir el temperamento sexual del macho», indicó.

«Como en el corral normalmente sólo se encuentran machos, no hay becerras, cuando éstos comienzan a madurar sexualmente lo más común es que empiecen a ejercitar la monta, a quererse cruzar. Cuando esto pasa, los becerros pierden energía, a veces se maltratan, se golpean o se lastiman entre ellos y eso puede traer pérdidas de uno o dos becerros en un corral. Por eso muchos optan por aplicar ese implante, el cual dura de 30 a 60 días y normalmente los procesos de engorda van de 60 a 90 días, por lo que cuando el animal llega al rastro ya va completamente limpio.»

De hecho, explicó que si se hiciera un muestreo sanitario para detectar rastros de ese anabólico ya no aparecería porque es muy diferente a como funcionan las sales del clembuterol, las cuales son específicas para hacer crecer la masa muscular del animal de forma acelerada.

Indicó que la carne con clembuterol presenta un aspecto esponjoso, como si la hubieran inflado, y prácticamente sin grasa porque el clembuterol forma masa muscular pero no grasa.

Alimentación

Después que los becerros del ganado de engorda se someten a un intenso tratamiento médico, se les suministra una dieta de engorda, la cual se debe vigilar muy bien dependiendo de la región de donde provenga el becerro y el lugar donde se le vaya a engordar.

Al estado de Querétaro llegan muchos becerros procedentes de Zacatecas, que es zona semidesértica, pero también de la Huasteca, que es zona tropical. Es muy importante no olvidar el tipo de pastura que están acostumbrados a ingerir estos animales ya que si se cambia drásticamente la alimentación sufrirán serios problemas digestivos como timpanismo (inflamación abdominal) que se puede traducir en pérdidas de animales.

Por ello es muy importante introducir un alimento de iniciación, con un poco de concentrado, un poco de forraje verde y un poco de forraje seco, para que su flora abdominal se empiece a adaptar y cambie para la nueva alimentación.

La ración se va ajustando en dos o tres etapas hasta llegar a la ración de engorda final que es la que va a hacer que un animal de muy buena clase engorde desde un kilo hasta un kilo y medio al día.

Animales de ejido y rancho

Estos animales registran problemas de otro tipo, en ellos se presentan padecimientos como la parasitosis, neumonías, carbunco, mal de paleta, enteritis infecciosa, problemas de pezuñas, parásitos externos, piojos, garrapatas y problemas nutricionales.

Este tipo de animales normalmente no son vacunados ni desparasitados y están mal alimentados, un día comen pasto de la orilla de la carretera, otro día rastrojo de un campo de maíz, otro día comen alfalfa, por lo que su alimentación es muy variable.

El gran problema con estos animales, sostuvo Carlos Alberto Vega, es que sus dueños no tienen los recursos suficientes para cuidarlos apropiadamente, pero, sobre todo, enfatizó que la falta de educación es la principal limitante, pues en realidad no se necesita invertir mucho para prevenir enfermedades en este ganado.

Explicó el veterinario que es más redituable invertir un poco más en el animal porque al momento de venderlo o ponerlo a producir generará más ingresos que cuando el dueño no invierte nada en su salud.

En lo que se refiere a medicamentos señaló que ya existen tratamientos para todo tipo de enfermedades, sobre todo para los padecimientos más delicados, el problema es que en los ejidos muchas veces no cuentan con farmacias veterinarias por lo que es necesario trasladarse hasta alguna ciudad para comprar las medicinas. «Aunque existen, las medicinas no siempre están donde se necesitan», concluyó Carlos Alberto Vega.

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