Jefe de rastro municipal de Nuevo Laredo manifestó disminución en faena debido a competencia con supermercados
Lejos están los días en que en Nuevo Laredo se sacrificaban cientos de reses por día en el rastro municipal, que iban a dar a las carnicerías de todos los barrios donde se podía consumir un producto fresco y de muy buena calidad.
La llegada de las grandes tiendas de autoservicio a esta ciudad provocó un cambio muy importante en el comercio de la carne de res, por lo que muchas carnicerías cerraron con el paso de los años y decreció la venta de todos esos productos.
Para el jefe del rastro, Alberto Zapata, si bien los supermercados ofrecen carne de muy buena calidad, aseguró que mucho de este producto se congela antes de llegar a esta ciudad y pasa por otros procesos que, si bien no demeritan el producto cárnico, simplemente y sencillamente no es tan fresco como lo que se puede comprar y consumir en el rastro municipal.
En el recinto se sacrifican poco más de 100 reses por mes, un promedio un tanto bajo para lo que se acostumbraba en épocas cuando todavía no existían tantas supertiendas de autoservicio cuando se sacrificaban cerca de dos mil 200 reses al mes aún en la década de 1990.
Dijo que la gran ventaja de la carne sacrificada en el rastro de Nuevo Laredo es que tiene una frescura de máximo 48 horas, comparada de lo que viene de otros estados de la República, aunque también es producto de calidad, pero muchas veces llega refrigerada o congelada y no tan fresca.
