Pecuario y Pesquero

Se incrementa dependencia porcícola en México

México registró su nivel más alto de dependencia de importaciones de carne y productos de cerdo: la demanda nacional se cubre con 37.5 por ciento de importaciones, cuando hace cinco años las compras sólo cubrían el 23.8 por ciento, según datos de la Secretaría de Agricultura.

De acuerdo con las cifras de esa dependencia, en 1999 el consumo nacional aparente era de 1.2 millones de toneladas y se cubrían con 76.2 por ciento de carne nacional y el resto de importaciones.

Para 2004, la demanda llegó a 1.6 millones de toneladas y sólo el 62 por ciento fue de los porcicultores mexicanos y el resto de importación, es decir, el 37.5 por ciento, la dependencia más alta que se ha registrado en el sector porcícola.

Los datos demuestran que en 2000, el consumo de carne de bovino se cubrió con 20.8 por ciento de importaciones, es decir que las compras sólo fueron por 337 mil toneladas y para 2004 las importaciones sólo cubrieron el 13 por ciento de la demanda nacional, ya que las compras se redujeron a 216 mil toneladas.

En el caso de la carne de pollo, el consumo nacional se cubrió en 2000 con 11 por ciento de importaciones y para 2004 con 12.7 por ciento.

Para los porcicultores mexicanos, el alza en las importaciones entre 1999 y 2004, obedece a dos factores.

Primero, que la carne de cerdo llega de EU a precios más bajos que los nacionales y el gobierno ha desechado, por falta de pruebas, la demanda de dumping.

La segunda razón: el consumo interno por la carne de cerdo se disparó desde 2002 por el brote del “mal de las vacas locas”, lo cual hizo que el consumidor se inclinara más por la carne de cerdo y pollo.

La carne de cerdo es el producto que mayor dependencia ha registrado en el sector pecuario, ya que a 2004 la demanda de pollo sólo se cubrió con importaciones en un 12 por ciento y la carne de res con 13.4 por ciento, según la Secretaría de Agricultura.

Jorge Valencia, director técnico de la Confederación Nacional de Porcicultores (Conapor), explicó que el cambio en el consumo de la población mexicana es un factor que se debe tomar en cuenta, ya que la carne de cerdo ha logrado conquistar a más consumidores no sólo con los platillos tradicionales.

Explicó que la carne de cerdo ahora se consume más en cortes finos y guisados de alta cocina y no sólo en carnitas, costillas, cueritos, chicharrón en salsa verde o con aguacate, lo que ha hecho que la demanda se incremente y con ella las importaciones.

Fuente: Reforma

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