Pecuario y Pesquero

Gastronomía mexicana convierte en manjar desechos de bovinos

La demanda mexicana por los taquitos de lengua, labio, oreja, ojo, trompa, pata y moronga de res le representan a Estados Unidos un jugoso negocio al alza porque sus ventas a México se duplicaron en los últimos cuatro años. Mientras en 2000 México sólo importó de Estados Unidos 23.5 millones de dólares de desperdicios bovinos y lengua congelada, el año pasado las compras llegaron a 47 millones de dólares, según estadísticas de la Secretaría de Agricultura. Gonzalo Alemán, presidente de la Comisión de Ganadería de la Cámara baja, explicó que estos productos han sido fuerte negocio para EU. En lugar de mandar a la basura la lengua, ojos, oreja, patas, moronga, trompa y hasta los testículos de la res, la exportan a México, donde los consumidores demandan estos productos y son catalogados como manjares taqueros. “Somos deficitarios y ellos ofrecen estos productos muy baratos, porque de mandarlos a la basura porque a ellos no les gustan, pues nos los mandan. A ellos, de la cintura para arriba de la res no les gusta nada y hablamos de la espalda, la cabeza, el pecho, lo que consideran vísceras o desechos”, dijo el también secretario de la Confederación Nacional Ganadera. Alemán agregó que las compras se han intensificado por el déficit de animales bovinos que hay en el país, por lo que los estadounidenses lo aprovechan. México, continuó, es un país dedicado a la engorda del ganado y lo exporta a Estados Unidos y es en el territorio estadounidense donde le dan el valor agregado para hacer cortes finos y eliminar los desperdicios. “Por eso aquí no tenemos suficientes productos que demanda el mexicano, porque tenemos un déficit de animales, ya que la gran mayoría se engorda y luego se exporta. “Les compramos de nuestras mismas reses lo que necesitamos y entre eso están las vísceras”, dijo. En sólo cuatro años, las compras de estos productos se dispararon por la fuerte demanda nacional, ya que el país es catalogado como una nación viscerera. “Somos un país viscerero y por eso compramos tanto, pero no sólo han crecido estas importaciones, sino de toda la carne de bovino. El crecimiento promedio anual de las importaciones de res es de 25 por ciento desde el 2000”, alertó Juan Barrio, presidente del sistema producto carne de bovino. Comentó que si siguen estos ritmos para 2007 se importarían 400 mil toneladas de bovino anuales, monto que se compró en 2002 y fue el que más afectó al sector ganadero nacional. Fuente: Reforma

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