La encefalopatía espongiforme bovina (EEB), conocida como el mal de las vacas locas, que ha generado seria preocupación en el mundo, podría llegar a su fin gracias al descubrimiento de investigadores estadounidenses y japoneses, quienes crearon embriones vacunos incapaces de producir esta proteína.
De acuerdo con los especialistas, sin esta proteína, las vacas serían “inmunes” a la enfermedad. Las crías libres de EEB nacerán al principio del año próximo, y serán probadas con pequeñas dosis de la proteína para ver si realmente son resistentes.
Explicaron que la proteína, denominada prión, está presente tanto en el ganado enfermo como en el sano y que es sólo cuando cambia de forma que causa problemas. Cuando un prión normal entra en contacto con la versión alterada o dañina de la proteína, se transforma en la forma maligna, haciendo que más y más priones se propaguen en el cerebro. Esto causa trastornos en la coordinación motora, cambios en el comportamiento y la muerte de los animales.
Los estudios científicos realizados en diversos países cuyos animales han padecido la enfermedad no han demostrado que sea transmitida al ser humano; sin embargo, se le ha relacionado con la aparición de una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob que sí afecta a la especie humana.
Precisamente para evitar estos problemas, los investigadores quieren crear vacas transgénicas que no produzcan priones.
Ello significa que estos animales permanecerán sanos aun cuando se les introduzcan pequeñas cantidades de priones malignos.
Los científicos empezaron identificando al gen que lleva la información para fabricar el prión. Posteriormente crearon un fragmento de ADN artificial y lo insertaron dentro de ese gen para interrumpir la producción de la proteína. Una vez que probaron la inserción correcta del ADN en el gen, crearon embriones fusionando las células de vaca con óvulos a los que se les había quitado el núcleo.
Finalmente, implantaron estos embriones en madres sustitutas. Las vacas serán usadas para investigar la posibilidad de producir en ganado vacuno anticuerpos humanos con fines terapéuticos.
La condición “libre de BSE” aliviaría la preocupación de usar o consumir productos derivados de animales.
Transmisión y síntomas
Se trasmite mediante la alimentación de los bovinos con harinas de carne y hueso contaminadas con el prión, originadas de animales enfermos. No se contagia de animal a animal, como otras enfermedades.
Los principales signos que se observan en los animales son: incoordinación, cambios de comportamiento como agresividad, dificultad para levantarse, problemas en la locomoción (tambaleo, bamboleo, rigidez de las patas, caminan levantando exageradamente las patas traseras, evitan pasar por pisos con ranuras u obstáculos), reacción exacerbada al ruido, tacto y luz, mirada muy alerta, así como una disminución en la producción de leche y peso corporal.
¿Cómo puedo colaborar para que no haya vacas locas en México?
No alimentando a su ganado con harinas de carne y hueso de bovinos, ovinos y caprinos. Notificando inmediatamente cualquier caso sospechoso a la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA), a los números gratuitos: 01 800 9038-800 y 01 800 7512-100 o a los números de emergencia: (01 55) 5259-3035, (01 55) 5259-14 41. (Con información de Sagarpa.)
