Los impedimentos que frenaron la ratificación del Tratado de Libre Comercio con Perú ya han sido atendidos y plasmados en programas rectores a cinco años, aseguró el titular de la Sagarpa
México.─ Los impedimentos que frenaron la ratificación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Perú ya han sido atendidos y plasmados en programas rectores a cinco años, que tendrán un respaldo presupuestal que se espera que sea aprobado por el Congreso de la Unión en el próximo paquete económico para el 2012.
Entrevistado por El Economista, Francisco Mayorga Castañeda, secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), explicó: “No hay razones de peso para no ratificar el tratado comercial con Perú (…) la preocupación genérica es el de sanidades, que no se vaya a comprometer lo que México ha avanzado en el control de plagas por abrir nuestro mercado a otros países, pero hemos reiterado siempre que la sanidad no se negocia.”
Agregó: “hemos propuesto que esas sugerencias (de los productores) sean tomadas en cuenta y sí vemos factible que se financien con el presupuesto del 2012”.
Mayorga comentó que, en el fondo, el principal rechazo de los productores agropecuarios del país es que “ellos sienten que si dejan pasar Perú, entonces Brasil será muy probable”. Cabe decir que México dejó fuera de la negociación con Perú productos sensibles tales como: café, azúcar y lácteos.
Va de nuevo Brasil
Después de varias cancelaciones para iniciar la negociación sobre el tratado comercial con Brasil, el secretario de Agricultura confirmó que la Secretaría de Economía ya “nos notificó que pronto se iniciarán las conversaciones, antes de que termine la administración”.
De entrada ya se solicitó a los productores agropecuarios que hablen de sus preocupaciones, pero sólo la Unión Nacional de Avicultores ha presentado el documento formal y ya solicitó formalmente ser excluido del acuerdo comercial.
Con Brasil se ve que México podría ganar en muchos sectores, sobre todo en servicios e industriales, pero “la amenaza es el sector agropecuario, pues sí tenemos desventajas estructurales ya que Brasil tiene grandes extensiones de tierra con economía a escala”.
“El hecho de iniciar negociaciones no quiere decir que todo se abra a cambio de nada, en el proceso es el toma y daca… (pero) no le vemos dificultades insalvables. Desde nuestro punto de vista, no hay impedimento, hay riesgo porque se va abrir a la competencia, algo que no tenía hasta ahora”, concluyó.
Fuente: ElEconomista.com.mx
