Los pequeños campesinos, quienes tienen menos de cinco hectáreas, aportan 39 por ciento de los granos básicos
Ciudad de México. — México debe establecer una política de respaldo a los pequeños campesinos —los que tienen menos de cinco hectáreas—, ya que son quienes aportan 39 por ciento de los granos básicos, asentaron investigadores de la UAM, FAO y especialistas en nutrición durante el foro “Del Pequeño Productor al Consumidor, Diversidad y Nutrición”, organizado por el Poder del Consumidor y la Alianza por la Salud Alimentaria, que se llevó a cabo en el museo Franz Mayer.
Julieta Ponce, del Frente Parlamentario contra el Hambre, capítulo México, asentó que no se puede pensar en abatir la obesidad y la diabetes sin alimentos nutritivos y accesibles, pero hay niños que desconocen los frijoles y el brócoli, por ejemplo.
Agregó que en una década el consumo per cápita de tortilla pasó de 97 a 58 kilogramos, lo cual refleja la falta de una estrategia integral entre producción de alimentos y comercialización de éstos; urge que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) ponga atención en este sentido. “México no debe desviar su vocación agroalimentaria porque es refugio irremplazable de la biodiversidad y origen de las plantas comestibles», acotó.
Jonathan Martínez, de la FAO, apuntó que en el país no existe una definición de agricultura familiar, como sí lo tienen Brasil, Chile y Argentina, a pesar de que los pequeños campesinos aportan 13 por ciento de los alimentos del país.
Integrantes de la campaña Sin Maíz no hay País destacaron que a pesar de las presiones de los tratados comerciales y de acciones políticas con las que durante más de 80 años han pretendido desaparecerlos, siguen produciendo.
Ellos, apuntó Héctor Robles Berlanga, investigador de la UAM Xochimilco, aportan siete de cada diez toneladas de maíz y seis de cada diez de frijol, y generan 74 por ciento del empleo rural. Hay que reconocer esa realidad, acotó.
Fuente: La Jornada
