- Las autoras proponen la agroecología y la revitalización de prácticas campesinas ancestrales como soluciones viables
2000Agro/Redacción
El comentario “Recuperar la salud del suelo agrícola” de Thalita Abbrizzini y Blanca Prado, publicado en Nuevos Diálogos, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aborda la preocupante situación de la degradación del suelo en México y, por extensión, a escala global.
Resaltando el papel pernicioso del modelo agroindustrial en este fenómeno, las autoras proponen la agroecología y la revitalización de prácticas campesinas ancestrales como soluciones viables. Establecen una relación intrínseca entre el derecho a la alimentación y la dignidad humana, extendiendo su análisis a las esferas económicas, educativas y culturales.
Se desglosa el estado alarmante de los suelos, señalando cómo más de la mitad del territorio mexicano sufre algún grado de degradación, lo que afecta directamente la integridad de los ecosistemas y la supervivencia humana. Es clara la crítica al modelo de producción agroindustrial por su tendencia a sobreexplotar y contaminar el suelo, aludiendo a la necesidad de un manejo sostenible que preserve su funcionalidad ecosistémica.
Las autoras subrayan iniciativas como la Estrategia Nacional de Suelo para la Agricultura Sostenible (Enasas) y la importancia de fomentar alianzas multisectoriales para apoyar a los productores campesinos. Estas alianzas son cruciales para alcanzar la soberanía alimentaria y garantizar la autonomía productiva de las comunidades.
El artículo presenta a la agroecología y el conocimiento campesino como piedras angulares para un manejo del suelo que respete y potencie la biodiversidad y la fertilidad natural. Las prácticas agroecológicas descritas incluyen el uso de enmiendas orgánicas y el biocarbón, así como estrategias de fertilización y labranza reducida que disminuyen la huella de carbono y aumentan la resiliencia ante el cambio climático.
El texto refleja la existencia de un movimiento social que busca integrar la agricultura en la justicia social, la identidad cultural y las economías locales. Además, enfatiza la necesidad de estrategias que involucren a toda la sociedad, incluyendo la modificación de hábitos de consumo y la promoción de la agricultura familiar.
Por último, las autoras sostienen que para una gestión adecuada del suelo, es imprescindible el apoyo gubernamental e iniciativas como el Programa Doctores de los Suelos, que fomenta la enseñanza y aplicación de prácticas sostenibles.
En conjunto, este análisis compone una visión integral y proactiva para enfrentar los retos de la degradación del suelo, indispensable para la supervivencia y bienestar humano.
Fotografía: UNAM Global
