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Egipto y su proyecto para ‘fabricar’ tierra cultivable en medio del desierto

  • Con este proyecto, el gobierno egipcio reportó una recuperación de 46 822 hectáreas cultivables, un aumento de 697.9 %, más, frente a 5868 hectáreas disponibles en 2014/’15

2000Agro/Redacción

Desde hace un cuarto de siglo, el Gobierno de Egipto entendió cuál será la prioridad mundial para la mitad de este siglo: el abasto de agua, en un país donde casi el 100 por ciento de su territorio se encuentra en el desierto más grande del mundo, el Sahara.

Así, el gobierno egipcio se ha propuesto “robarle tierra al desierto” y fabricar nuevos espacios habitables para su población en espacios inhóspitos.

Apenas el domingo 16 de abril se dio una reunión de alto nivel entre el presidente Abdelfatah El-Sisi, con el primer ministro, Mostafá Madbuli, los ministros de Agricultura y Recuperación de Tierras, Al-Qusayr y ministro de Recursos Hídricos e Irrigación, Hani Swailem, así como altos mandos de las fuerzas armadas para discutir los avances de este proyecto, presentado desde abril de 2021 con el nombre de “El Nuevo Delta”, pero que se remonta a una iniciativa creada por el expresidente Hosni Mubarak en 1997.

Su objetivo es aumentar las zonas de irrigación agrícola, recuperar tierras de cultivo y aumentar la superficie agrícola del Estado, como parte de la implementación de la Estrategia Agrícola 2030, que permita poblar zonas actualmente inhóspitas y liberar la alta densidad poblacional que hay actualmente en un país que prácticamente duplicó su población en 40 años.

Para ello, se crearán canales que serán alimentados por el cauce del río Nilo, para conectar una serie de grandes oasis en medio del desierto.

Los cultivos que pretende fomentar el proyecto son estratégicos: maíz, trigo, caña de azúcar; así como cultivos hortícolas de todo tipo, plantas medicinales y oleaginosas (soya, girasol, lino, manzanilla).

El origen del proyecto para “fabricar” tierras cultivables en el desierto de Egipto

En la antigüedad, el río Nilo fue la base para el surgimiento del imperio egipcio. El territorio actual de Egipto cuenta con una superficie de 996 603 kilómetros cuadrados (km2), pero solo menos del 3 por ciento es habitable, equivalente a la superficie de Bélgica, pero habitado por 106 millones de personas, contra 11 millones que viven en el país europeo.

Ante estas condiciones, Egipto gastó en 2020 hasta 15 000 millones de dólares anuales para poder importar granos y hortalizas básicas.

Por ello, el gobierno planeó este proyecto de terraformación para reducir las importaciones y producirlas en el país, creando nuevas tierras cultivables, debido a que los territorios actuales se catalogan como sobreexplotados, mientras que la población en el país crece aproximadamente 2 millones de personas al año y demandan alimentación, infraestructura y trabajo.

Recuperar tierra cultivable le permitiría al gobierno redistribuir la población de sus ciudades saturadas a nuevos espacios que actualmente están deshabitados.

El primer intento, promovido por Hosni Mubarak en 1997, se denominó Proyecto Toshka y consistía en cavar un canal de 240 kilómetros en medio del desierto occidental. Sería alimentado con agua del lago Nasser para reubicar a una quinta parte de la población. Sería conocido como el megaproyecto de ingeniería más grande del mundo árabe.

Sin embargo, la medida fue anunciada como un gran proyecto político, pero no fue bien planeado y se volvió un sonoro fracaso: al iniciar las obras, los altos niveles salinos del suelo se mezclaron con los acuíferos subterráneos y esto redujo considerablemente el acceso al agua dulce. Eventualmente, la obra quedó paralizada porque los inversionistas nunca llegaron y fue abandonado en 2005.

En este periodo, la situación social y económica en Egipto se agravó: la población pasó de 64 millones en 1997 a 106 millones de habitantes en 2021 (42 millones de personas más), esto impactó en la presencia de parcelas a lo largo del delta del Nilo.

Ahora, el presidente El-Sisi ordenó recuperar el proyecto, pero con algunos ajustes técnicos y financieros: se consideraron las características del terreno, además de contar con un fondo de 400 millones de dólares (mdd). Nuevo Delta se encuentra a unos 225 km al suroeste de Asuán y busca conectar grandes oasis, en el desierto occidental, para crear un área ideal para cultivar trigo, maíz, dátiles y algodón en poco más de 6000 km2.

Esta zona se encuentra en el noroeste del país, justo en la franja desértica contigua al delta del Nilo para crear una nueva llanura que extienda los terrenos del actual delta, que es la región productiva del país, con un costo de 19 000 millones de dólares.

Además, tendrá comunicación con la red de carreteras, puertos, aeropuertos y áreas industriales en el país, lo que facilitará la red logística para estos nuevos productos, es decir, tendrá un fácil acceso a los puertos y aeropuertos como los de Alejandría, Sokhna, Damietta, y los aeropuertos del oeste El-Cairo y Borg El Arab; también está conectado a las principales carreteras, y una red de viviendas existentes y nuevas como las ciudades de Al-Sadat, Sphinx, y 6 de Octubre.

Con estas condiciones, el proyecto podría contribuir al 30 por ciento del volumen de la producción anual, adicional a lo ya existente y promoverá actividades relacionadas con la agricultura como la ganadería, la avicultura y otras actividades agroindustriales, con un total de 5 millones de empleos para 2025.

Fotografía: Twitter

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