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Puebla, México.—
En México existen mil 320
especies de orquídeas, de las cuales cerca de
180 están en peligro de extinción.
Con una visión de sustentabilidad ecológica,
pasantes de la licenciatura en químico farma-
cobiólogo, de la Facultad de Ciencias Quími-
cas de la BUAP, Héctor Rojas y María Luisa
Galicia Espinosa, emprenden un negocio incu-
bado desde su casa de estudios por medio del
cual pretenden alcanzar una producción desde
la biotecnología, que permita la comercializa-
ción, difusión y preservación de las especies
endémicas del país.
A partir de los conocimientos, habilidades y
destrezas adquiridas en el aula y con el ase-
soramiento del Centro de Innovación y Com-
petitividad Empresarial (CICE) de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), in-
cubaron un proyecto sobre cultivos de tejidos
vegetales especializado en orquídeas, planta
apreciada en todo el mundo por su belleza y
variedad de formas y colores.
Además de la poca difusión que tienen las
especies endémicas y la alta demanda de las
exóticas importadas de otros países, María
Luisa y Héctor se interesaron en la comer-
cialización de la orquídea mexicana, con una producción controlada y racional
a partir de la biotecnología.
Su proyecto de negocio busca atender gran parte del mercado nacional, pero
además la conservación de las especies nativas de México. En Puebla, por
ejemplo, existe la variedad
Cypripedium irapeanm
, en peligro de extinción. Su
nombre proviene de
kripis
(Venus) y
pedilon
(zapato), algo así como “La zapa-
tilla de Venus”.
“Queremos crear una unidad de manejo ambiental, porque muchas de las es-
pecies mexicanas no se conocen ni se reproducen por falta de conocimientos.
La población conoce más las exóticas de otros países; nosotros queremos di-
fundir las especies mexicanas, reproducirlas y comercializarlas. Al mismo tiem-
po, buscamos reintroducir especies que están en peligro de extinción, amena-
zadas por el saqueo desmedido. La gente las corta e interrumpe su ciclo y de
esta manera se va perdiendo mucho de la variedad genética”, explican.
En la etapa previa de producción a escala y comercialización, ambos estudian-
tes de la BUAP buscan abastecer a invernaderos, debido a que muchos de
estos establecimientos compran orquídeas exóticas del extranjero, lo que pro-
voca pérdidas en el viaje de Holanda o Madagascar: “aquí vamos a producirlas
de gran calidad y a surtir a un gran espectro de clientes”.
(Agencias)
Premian proyecto
para salvar especies
endémicas de orquídeas
