Agricultura Protegida

¿Qué es un invernadero de propagación?

El negocio de producción de hortalizas y ornamentales en invernadero está en crecimiento constante

Por: Noé Gómez Avendaño*

El negocio de producción de hortalizas y ornamentales en invernadero está en crecimiento constante, debido a las ventajas de contar con este tipo de infraestructura.

Por ejemplo, el control del clima, la reducción de aplicaciones de agroquímicos, el incremento en los rendimientos unitarios, la mejora de la calidad y el poder disponer de producto en épocas de menor producción en campo y con ello aprovechar mejores precios de compra, ente otros.

Una parte muy importante del éxito de una empresa dedicada a la producción de hortalizas u ornamentales depende de que sus procesos de producción (protocolos) estén bien dominados.

Sin embargo, la adquisición de material vegetativo es un factor de riesgo externo para dichas empresas. El abastecimiento de material vegetativo de calidad es uno de los factores importantes para lograr un buen ciclo de producción.

Por ello, el invernadero de propagación y/o aclimatación es una infraestructura importante con la que se debe contar para disponer de plántulas de calidad destinadas al invernadero de producción comercial.

Este tipo de invernaderos son similares a los invernaderos para producción comercial, ya que están equipados para controlar factores climáticos tales como temperatura, humedad relativa y riego, y su superficie es 70 por ciento menor al invernadero principal por abastecer.

Los invernaderos de este tipo funcionan como negocios independientes de propagación de esquejes, en la germinación de semillas y/o en la aclimatación de plantas obtenidas de laboratorio (vitroplántulas).

Para instalar un invernadero con estas características se debe conocer la demanda interna de invernaderos en la región, así como los factores técnico-productivos requeridos para implementar cualquier proyecto.

Así, los invernaderos de aclimatación y de propagación pueden ser de los más costosos, dependiendo de su ubicación geográfica y automatización requerida, pero tienen dos ventajas en su producción:

a) Manejan altas densidades de producción de plántulas por metro cuadrado.

b) Pueden obtener desde seis hasta diez ciclos o más al año, dependiendo de la especie por producir.

En conclusión, este tipo de infraestructura agrícola puede llegar a ser complementaria a las estructuras de producción comercial con que cuenta el productor, permitiendo incrementar la competitividad de la empresa al atender la demanda de plántulas por los invernaderos de la región. El futuro para los productores en hortalizas está en la diversificación de sus ingresos.

* Noé Gómez Avendaño es jefe de Departamento en el Centro de Desarrollo Tecnológico Lira López. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. ngomez@fira.gob.mx

Fuente: El Economista

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