La soya es una leguminosa con un notable valor nutritivo, debido a que contiene considerables cantidades de fibras, pequeñas proporciones de grasa saturada y, por su origen vegetal, no contiene colesterol. Asimismo, lleva 40 por ciento de proteína y la mayoría de los aminoácidos indispensables para el organismo humano, además posee hierro, calcio y varias vitaminas.
Por otra parte, la incidencia de ciertos tipos de cáncer es mucho menor en países cuya fuente principal de proteína es la soya y no la de origen vegetal. En cuanto a su uso no alimenticio, la soya comprende una extensa variedad de aplicaciones en la industria de los plásticos, las pinturas y los combustibles.
Durante las reuniones de la Asociación Americana de Soya (ASA, por sus siglas en inglés), realizadas en la ciudad de México, se decidió reportar de manera mensual las tendencias y expectativas sobre la producción de carne, leche y huevo, con mayor énfasis en la industria porcícola, debido a que ésta tiene una enorme relación con los suministros de soya en el país.
En las pláticas, se aceptó la premisa de que como las tarifas proteccionistas fueron eliminadas por el esquema del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), algunos productos alimenticios producidos en México podrían sufrir severas presiones competitivas por parte de Estados Unidos.
Una vez que inició 2003 y las tarifas proteccionistas fueron eliminadas, la amenaza sobre la industria nacional fue real y mayor la necesidad de vigilar las tendencias del mercado, con estadísticas que mostraran claramente el comportamiento del sector porcícola. La crisis económica y financiera de 1995 mostró que hubo un gran impacto en el consumo, producción e importaciones de puerco.
A partir de ese año, fue evidente que el consumo de carne, leche y huevos era afectado por el ingreso personal, más que cualquier otro factor, por lo que la producción, el consumo y hasta las importaciones se vieron modificadas por esta variable. Después de 1996, la producción de alimentos para puercos presentó crecimientos lentos, pero constantes. Es importante recalcar que el consumo per cápita de este alimento no ha logrado alcanzar el nivel de 1982, cuando fue de 16 kilogramos.
Principales consumidores de soya
La soya es consumida por las empresas que procesan alimentos. Pilgrims Pride, por ejemplo, es una compañía que en México compra grandes cantidades de harina de soya, con un contenido de proteína de entre 46 a 47 por ciento, la cual es destinada para alimentar a sus aves de corral. El consumo promedio mensual es de 6,500 toneladas métricas.
Malta Clayton consume más de siete mil toneladas métricas de harina de soya por mes y su producción de alimentos es de cerca de 600 mil toneladas métricas de alimento para ganado y puercos.
Por su parte, Bachoco adquiere tanto harina de soya como soya, la cual a su vez es procesada para obtener aceite y harina y con un contenido de proteína del 47 por ciento. La empresa compra el producto tanto al mercado nacional como al de Estados Unidos y su consumo es de aproximadamente 200 mil toneladas métricas al mes.
La empresa Fábrica y Laboratorio de Alimentos para Ganadería y Avicultura (Flagasa) tiene una producción de 90 mil toneladas métricas de alimento balanceado para uso en puercos, ganado, aves de corral y granjas lecheras. La Asociación de Ganaderos de Tizayuca (Caitsa) compra harina de soya con un contenido de proteína de 46 a 47 por ciento para sus granjas lecheras.
La Hacienda, que es una subsidiaria de Internacional Multi-Foods, representa a una de las empresas más antiguas y grandes de México en la elaboración de alimentos balanceados. Su producción supera las 360 mil toneladas métricas y consume entre cinco mil y seis mil toneladas de harina de soya.
Formada por 37 productores de aves de corral, Unión Avícola de Allende compra un promedio de 2,500 toneladas métricas de soya al mes y es procesada hacia harina de soya. Sus compras las realiza directamente con los productores, más que los corredores. Por su parte, Purina, una subsidiaria de Ralston Purina de San Luis, Estados Unidos, es considerada el segundo productor más importante
de alimento balanceado (después de Malta Clayton). Su producción es de aproximadamente 510 mil toneladas métricas y compra unas cuatro mil toneladas de soya al mes. El 90 por ciento de sus compras las realiza en México y sólo ocasionalmente importa de Estados Unidos.
Estrategias locales de productores
La Asociación de Productores de Puercos ha pedido al gobierno que aplique medidas proteccionistas frente a las importaciones, debido a que los productos provenientes de Estados Unidos están subsidiados. Además, los alimentos que vienen de la Unión Americana son de baja calidad, debido principalmente a su bajo precio.
El principal comprador de carne de puerco en México es la industria procesadora de alimentos, conformada por cerca de mil empresas, aunque sólo unas cuantas acaparan el 50 por ciento del volumen total.
Sigma Alimentos tiene el 27 por ciento del mercado y Zwan, Parma, Alpino y otras compañías ocupan otro 25 por ciento. Estas firmas compran grandes cantidades de puerco cada año. Muchas de ellas mantienen la política de comprar un mínimo porcentaje para la demanda local, para proteger a los proveedores internos en caso de devaluación o frente a cierres temporales de la frontera.
Sin embargo, estas compañías son también grandes importadoras de carne de puerco y muchas veces han tomado ventaja de los precios en Estados Unidos, cuando las tarifas locales están a la baja.
Otra industria que compra grandes cantidades de carne de puerco son los almacenes y tiendas de abarrotes y para ellos no es crítico mantener un mínimo de suministro para el mercado local, porque se trata de un producto más dentro de cientos que comercializan. Este sector está en capacidad de adquirir carne de puerco a precios muy baratos.
El tercer gran comprador de carne de puerco son los mercados públicos y sus principales proveedores son los productores locales. Se puede concluir que los tres principales compradores de carne de puerco adquieren grandes cantidades del mercado local, a pesar de que se eliminaron las tarifas proteccionistas y no obstante los bajos precios prevalecientes en Estados Unidos.
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