Agroindustria

Resucitando al vino mexicano

México es el productor americano más antiguo de vino, pero su industria de vinos de calidad es relativamente reciente. Los vinos rústicos y el aguardiente todavía dominan la producción y el país enfrenta una fuerte competencia ante sus vecinos del norte (Estados Unidos) y del sur (Argentina y Chile).

Actualmente la producción nacional de vino se estima en 2.1 millones de cajas (de nueve litros cada una), las cuales en un 88 a 90 por ciento se producen en Baja California.

El consumo per cápita en México es de alrededor de 200 mililitros, que es insignificante frente a los 62 litros de Italia, 58 de Francia y 45 de España. También los vinos de importación ocupan el 60 por ciento del consumo nacional.

Ante este panorama, la Asociación Nacional de Vitivinicultores (ANV) desarrolló una campaña denominada Vino mexicano, apreciado por su sabor, premiado por su calidad, con la finalidad de promover el consumo nacional de este producto que no “despega” por la ausencia de una cultura de consumo.

La campaña trata de crear conciencia entre los mexicanos de que los caldos cultivados en el país son tan buenos como los chilenos y españoles importados, sus principales competidores en el mercado nacional.

A través de la historia

La historia del vino en México se desenvolvió durante la Colonia al ritmo de las imposiciones de su metrópoli. Las primeras vides europeas que se plantaron en México fueron traídas por los conquistadores y misioneros españoles.

El viñedo de la Nueva España comenzó a extenderse desde la ciudad de México, capital del virreinato, hacia las regiones septentrionales: Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí, alcanzando posteriormente un gran desarrollo en el Valle de Parras, y luego en Baja California y en Sonora. En esa época se desarrollaron también los plantíos en Puebla (Tehuacán y Huejotzingo).

La vid fue cultivada de inmediato por los misioneros que necesitaban vino para celebrar sus misas.

Asimismo, Hernán Cortés, gobernador de la Nueva España en el siglo XVI, ordenó en 1524 que cada colono plantara mil pies de vid por cada cien aborígenes. Ya desde aquel tiempo se comenzó a practicar el injerto de la Vitis vinifera en cepas autóctonas, lo que entonces no se hacía en ningún otro país.

Las vides se adaptaron a sus nuevos emplazamientos y fueron lo suficientemente productivas para elaborar al mismo tiempo vino y aguardiente.

Pero después de varios años, la corona española prohibió la producción del vino, por el temor de que en un futuro hubiera competencia con España, porque los viñedos se aclimataron rápidamente.

Los misioneros se negaron a acatar tal disposición y continuaron difundiendo, aunque en escala pequeña, el cultivo de la vid y la elaboración del vino en la Nueva España.

Datos de interés

Con base en datos de la Asociación Nacional de Vitivinicultores, la industria de vinos hace un gran aporte al engrandecimiento de la economía nacional. Su valor económico asciende a 137 millones de dólares, de los cuales 50 por ciento es de producción nacional y el resto de importaciones provenientes principalmente de Chile, España, Alemania y Estados Unidos.

En materia de empleos, los vitivinicultores en conjunto generan 9,500 fuentes de trabajo, repartidos en 4,500 empleos directos (incluidas las fábricas, oficinas y laboratorios de producción) y casi cinco millones de jornales (campo vitícola, manuales y otros servicios).

Por si todo lo anterior fuera poco, unas 3,500 hectáreas sembradas de uva para producción de vino lucen majestuosas en los valles de Baja California, Zacatecas, Querétaro y Coahuila con una producción de 27 mil toneladas por ciclo agrícola.

Principales productores

Las firmas que encabezan la industria nacional están integradas por Casa Pedro Domecq, Casa Bibayoff, Casa de Piedra, Cavas Valmar, La Cetto, Monte Xanic, Château Camou, Freixenet, Bodegas Santo Tomás y Casa Madero.
Los principales estados productores de vino en México son:

1) Sonora

• Regiones de viticultura: Hermosillo y Caborca.
• Densidad de plantación de la vid: 1,250 pies por hectárea.
• Clima y suelo: precipitaciones escasas (necesidad de sistema de riego) y clima desierto caliente.
• Casas productoras de vino: en 1993, la casa Pedro Domecq inauguró en este estado el Proyecto Agroindustrial Sonora SA de CV, para la producción de uva industrial y de mesa.

2) Zacatecas

• Regiones de viticultura: Ojo Caliente y Valle de la Macarena.
• Clima y suelo: en la zona de los grandes llanos el clima es seco y árido. El resto es templado, semihúmedo, extremoso y con lluvias en verano y frecuentes granizadas.
• Cepas: en este estado es reciente el desarrollo de la vitivinicultura. Hay variedades finas que crecen y producen buena uva gracias al clima: blanco (French Colombard, Chenin blanc, Ugni blanc, Traminer, Málaga) y tinto (Ruby Cabernet y Petite Syrah).
• Casas productoras de vino: la viticultura se inició en la década de los setenta. El primer productor fue Bodegas del Altiplano.

3) Durango

• Clima y suelo: seco desértico.
• Productos vinícolas: el destino que se le da a las cosechas de uva en esta zona es la producción de destilados en un 74.85 por ciento y la uva de mesa junto con la uva para hacer vinos en un 25.15 por ciento, aproximadamente.
• Casas productoras de vino: la empresa más conocida es Compañía Vinícola del Vergel, fundada en 1943, la cual ha modernizado sus instalaciones y utiliza cubas de acero inoxidable con regulación de temperatura.

4) Baja California

En la zona de Baja California se desarrolla una industria viticultora que pone el enfoque en la calidad.

El norte de esta zona tiene más o menos 10 mil hectáreas de cultivo y la densidad de plantación de la vid es de 3,500 pies por hectárea. El sur cuenta con 7 mil hectáreas de cultivo.

Las zonas de cultivo más importantes son: Valle de Guadalupe y Valle de Calafia; la zona de Tecate, Valle de Santo Tomás, San Vicente, Valle de Mexicali, Tijuana, Ensenada y Santo Domingo.

Las casas productoras de vino están conformadas por Santo Tomás, el más antiguo y conocido de los productores y que se dedica a producir Cabernet Sauvignon (tinto) y Chardonnay (blanco); Cavas Valmar y Pedro Domecq son también conocidos por su Cabernet Sauvignon (tinto); Productores de Uva SA y Vinícola La Cetto; Bodegas San Antonio y la Vinícola Regional y Vinos de Licores de Calidad.

5) Querétaro

• Regiones de viticultura: San Juan del Río, Ezequiel Montes y Tequisquiapan.
• Casas productoras de vino: el grupo Freixenet en México produce en el municipio de Ezequiel Montes los vinos espumosos, vinos de autor y vinos jóvenes. La Madrileña tiene los productos Hidalgo y produce en San Juan del Río. También se encuentran en Ezequiel Montes las cavas Antonelli.
• Clima y suelo: favorecido por el clima (subhúmedo, con veranos muy cálidos), es una de las regiones más importantes en la producción de vinos, tal es el caso que aquí se encuentran dos compañías vinícolas, una de ellas es la Finca Doña Dolores de Freixenet de México, productora de vino espumoso, siendo sus cavas únicas en el continente americano.
• Cepas: blanco (St. Emilion, Chenin, Sauvignon blanc, Macabeu) y tinto (Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Gamay, Pinot Gris, Malbec).

6) Aguascalientes

• Regiones de viticultura: Calvillo, Paredón y Los Romo.
• Clima y suelo: clima templado con altitudes de menos de 2,000 metros cuadrados y semifrío por encima de esta altura.
• Cepas: blanco (Chardonnay, Muscat blanc, French Colombard) y tinto (Cabernet Sauvignon, Merlot, Ruby Cabernet).
• Casas productoras de vino: en Aguascalientes se cuenta con el registro de dos vitivinicultores y productores tanto de brandy como de vinos de mesa: vitivinícola La Bordaleza y vitivinícola Dinastía.

7) Coahuila

• Regiones de viticultura: Parras, Arteaga y Saltillo.
• Clima y suelo: muy caluroso. Cambios bruscos de temperatura.
• Cepas: blanco (Chardonnay, Chenin blanc, Semillon, Colombard) y tinto (Cabernet Sauvignon, Merlot Syrah, Tempranillo, Uva Lenoir y Rosa del Perú).
• Casas productoras de vino: el estado cuenta con dos plantas de vinificación y destilación para la elaboración de aguardientes para brandis y vinos de mesa. Entre ellas se encuentra la planta Ramos Arizpe, en donde se iniciaron los primeros procesos de destilación de Domecq.

Un licor de frutas se elabora en Parras de la Fuente, cuya producción data de la época colonial y en donde se instaló la primera bodega de vinos de América Latina.

También en este estado se localiza la Casa Vitivinícola Madero, primera vitivinícola fundada en Latinoamérica, en 1597.

La Casa, en la ex Hacienda de San Lorenzo, es mundialmente célebre por la excelente calidad de sus brandis y vinos de mesa. En su interior se encuentra el Museo del Vino, donde al aire libre se aprecian utensilios destinados para procesar la uva.

En el municipio de Cuatrociénegas se cuenta con dos vinícolas de capital privado, Casa Ferriño y Vinícola Vitali, su producción son vinos generosos y de mesa y se distribuyen en algunas partes del interior de la República.

Potencia vinícola

México es de las pocas naciones que tienen todo para destacar en el ámbito vinícola. Cuenta con territorio, clima y agua. La zona de Baja California es la más agraciada y la tecnología de las empresas es de punta.

No obstante, la industria ha ido en descenso. En 1985 se vendían cerca de 3.5 millones de cajas. En 1995 alcanzó su nivel más bajo (1.8 millones de cajas), producto de la devaluación.

En los últimos tres años se ha experimentado una sustancial mejoría. Por ejemplo, al cierre de 2000 se alcanzó un volumen de 2.1 millones de cajas. Aun así el sector enfrenta varios escollos.

Hace 15 años la Asociación Nacional de Vitivinicultores (ANV) contaba con alrededor de 74 empresas registradas. Pero, como resultado de la apertura económica producto de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la cifra disminuyó a 14 empresas vitivinícolas registradas en el ámbito nacional.

De acuerdo con declaraciones de Fernando Favela, presidente de la Asociación de Vitivinicultores de Baja California, la drástica reducción en el número de empresas miembros de la ANV se debió principalmente a la mala calidad de los vinos mexicanos que al competir en un mercado abierto al comercio con vinos de diferente calidad, se vio fuertemente disminuida, propiciando el cierre de varias empresas nacionales. ”Los que no tenían calidad para mantenerse, evidentemente se salieron del mercado y desaparecieron”, apuntó Favela.

Y aunque hoy la industria de vinos en México es pequeña, al compararla con el resto de los países con tradición vitivinícola, se ha convertido en una de las más tecnificadas y actualizadas del mundo.

Esta situación no es producto de la casualidad sino de un esfuerzo muy importante de los industriales que ha dado como resultado una calidad para los vinos mexicanos altamente competitiva, la cual ha permitido el retorno de las empresas vitivinícolas nacionales al camino de la exportación.

La industria nacional vende alrededor de 350 millones de dólares al año. De toda la producción, el 80 por ciento se consume en el mercado doméstico y el restante 20 por ciento se coloca en 21 países.

Además de los países que integran la Unión Europea, los vinos mexicanos se venden en Estados Unidos, Canadá, Guatemala, Belice, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Honduras. También en Japón, Tailandia y Australia.

Sin duda, la industria vinícola mexicana representa una gran oportunidad para colocar el nombre de México como un país donde se producen vinos de la mejor calidad; pero los esfuerzos deberán dirigirse también hacia el consumidor nacional para que reconozca y aprenda a valorar estos productos.

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