La tradición del tejido de la hoja de palma, es un saber digno de reconocimiento
Ciudad de México, 1 de mayo de 2020.— No es una novedad, el hecho de saber que la agricultura aporta en diversos aspectos de la vida, y no solo en la alimentación. La materia prima obtenida de la tierra no solamente cubre necesidades alimenticias de las personas, sino que también tiene múltiples utilidades prácticas y cotidianas.
En México el tejido de la hoja de palma es ya tradicional, pues a lo largo de la historia hemos visto cómo se aprovecha esta y otro tipo de fibras naturales para la elaboración de diversos productos.
Artesanías tales como: canastos, tortilleros, abanicos, petates, bolsas, carteras e incluso adornos, son algunos de los productos más comunes que se elaboran con la hoja de palma. Sus características de resistencia y flexibilidad, la han hecho la principal materia prima para la elaboración de una larga lista de productos de suma utilidad en la vida cotidiana, y que a su vez pueden comercializarse y de esta forma obtener ganancias económicas de este trabajo artesanal.
Aunque la materia prima es de fácil acceso, el valor incomparable de cada una de las artesanías de palma tejidas a mano, es justamente el trabajo al elaborar los diseños, al discernir entre qué tipo de tejido se utilizará, o en la determinación de la técnica a utilizar, pues de estos factores depende la integridad de las artesanías que se realizan. Cabe señalar que estos tejidos y técnicas, son aprendidos de generación en generación preservando en ellos parte de nuestra cultura.
La palma de coco en México cuenta con un alto índice de producción, debido a que las zonas tropicales de nuestro país son ideales para la producción de la palmera o palma como se le conoce usualmente.
En el año 2018 la palma de coco tuvo una producción importante especialmente en los estados de Guerrero y Colima, los cuales son los más importantes productores de palma en las zonas costeras.
