Análisis

¿Cuál es uno de los grandes riesgos para la alimentación mundial?

La respuesta la da el investigador Colin Khoury, quien considera que es la homogeneidad de la dieta mundial uno de los riesgos para la alimentación

Madrid.─ La creciente homogeneidad de los suministros mundiales de alimentos presenta graves riesgos para la agricultura y la alimentación, advirtió el investigador Colin Khoury, del Centro Internacional para la Agricultura Tropical (CIAT).

“Más personas consumen más calorías, proteínas y grasas y dependen de un conjunto cada vez más reducido de cultivos como el trigo, el maíz y la soya, junto con la carne y los productos lácteos para la mayor parte de su dieta”, señaló Khoury en diálogo telefónico desde la ciudad de Cali, Colombia, donde tiene su sede el CIAT.

La difusión mundial de una dieta estándar ha puesto a disposición de más poblaciones más comidas pero a costa de la diversidad de los cultivos locales y esta uniformidad aumenta el peligro de crisis alimenticias debidas al cambio climático o la propagación de pestes de los cultivos.

Khoury y Luigi Guarino, el otro autor del estudio y científico del Fondo para la Diversidad Global de Cultivos, publicaron sus conclusiones en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Las conclusiones

Los cultivos ahora predominantes en las dietas en todo el mundo incluyen algunos que ya eran importantes medio siglo atrás, como el trigo, el arroz, el maíz y la papa.

Pero el estándar emergente de suministro alimenticio global consiste también de alimentos con alto contenido de energía como la soya, y los aceites de girasol y de palma.

El trigo es un cultivo básico mayor en 97.4 por ciento de los países y el arroz en 90.8 por ciento, dijo Khoury. La soya se ha convertido en un alimento significativo en 74.3 por ciento de los países.

“En cambio muchos cultivos considerados de importancia regional, como el sorgo, el mijo y el centeno, al igual que cultivos como la patata dulce, la casava y la batata (o boniato) han perdido terreno”, añadió.

Esta evolución de la dieta global “tiene implicaciones para la agricultura en la producción, y para la nutrición”.

“Creemos que cuando más gente consume una dieta globalizada más se extiende la cosecha de unos pocos cultivos en todo el mundo y disminuye la diversidad en los sistemas de producción”, continuó el investigador.

La uniformidad hace que la agricultura sea más vulnerable a las enfermedades de las plantas, y a los efectos del cambio climático, como las sequías, que afectarán a más gente en todo el planeta.

Desde el punto de vista de la nutrición, señaló Khoury, la creciente dependencia en unos pocos cultivos también puede acelerar el incremento global de la obesidad, las enfermedades cardiacas y la diabetes, males afectados por los cambios dietéticos y que se han convertido en grandes problemas de salud pública.

Fuente: EFEAGRO

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