Qu Dongyu, director general de FAO, se dirige a los participantes en la sexta reunión del Grupo de liderazgo mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos
Bridgetown (Barbados), 10 de febrero de 2023.— Los sistemas agroalimentarios desempeñan una función fundamental para limitar la propagación de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) está plenamente comprometida a hacer frente a lo que las Naciones Unidas enumeran como una de las diez amenazas principales para la salud mundial, dijo hoy Qu Dongyu, director general de la FAO, en la sexta reunión del Grupo de liderazgo mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos.
En la reunión, celebrada en Bridgetown (Barbados), los miembros del Grupo de liderazgo mundial, integrado por líderes y expertos mundiales, pudieron reunirse por primera vez de manera presencial, debido a la pandemia de la enfermedad por coronavirus (covid-19). Con el patrocinio de Mia Amor Mottley, primera ministra de Barbados, la reunión abarcó los temas cruciales relacionados con la RAM, como la financiación, la investigación y el desarrollo, la vigilancia integrada, la función del sector privado, la RAM y el medioambiente y la promoción de medidas políticas para hacer frente a la RAM.
“La FAO está plenamente comprometida a trabajar con sus asociados a fin de crear sistemas agroalimentarios más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles para una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medioambiente y una vida mejor para todos”, dijo el director general de la FAO. Esta transformación de los sistemas agroalimentarios puede contar ahora con más apoyo gracias a la inclusión de la RAM en el Fondo para la pandemia, agregó.
Qu Dongyu destacó la importancia del enfoque “Una salud” para reducir el uso de los antimicrobianos en el sector agroalimentario.
“Una salud” es un enfoque unificador integrado que procura equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas mediante el reconocimiento de los vínculos e interdependencia estrechos que mantienen entre sí.
Actualmente la FAO está preparando una iniciativa mundial decenal, cuyo objetivo es reducir la necesidad de los antimicrobianos en los sistemas agroalimentarios. Asimismo, la FAO elaboró la primera versión de la plataforma informática internacional de la FAO sobre seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos, a fin de abordar las lagunas en la información existentes en los sistemas agroalimentarios.
Además, la FAO acoge la Plataforma de asociación entre múltiples partes interesadas sobre la RAM, un mecanismo de fomento de la colaboración entre una amplia variedad de partes interesadas en todos los niveles de todo el espectro del enfoque “Una salud”.
De cara al futuro, el Qu Dongyu invitó a los participantes a un Inventario de las Naciones Unidas de los sistemas alimentarios, previsto para los días 24 a 26 de julio en la sede de la FAO en Roma, reunión en la que se debatirá sobre la RAM.
La RAM se produce cuando microorganismos como bacterias, virus, parásitos u hongos se vuelven resistentes a los tratamientos antimicrobianos a los que, anteriormente, eran susceptibles.
El uso cada vez mayor y el uso indebido de los antimicrobianos y otros factores de estrés de los microbios (por ejemplo, la presencia de metales pesados y otros contaminantes) crean condiciones favorables para que los microorganismos desarrollen resistencia.
Esto, a su vez, plantea amenazas graves a la salud humana, animal, vegetal y ambiental, a la inocuidad de los alimentos, la seguridad alimentaria, la prevención de pandemias y la preparación y respuesta.
La RAM afecta de manera desproporcionada a los países de ingresos medios y bajos, y contribuye a casi cinco millones de muertes anuales, según el informe de investigación mundial sobre resistencia a los antimicrobianos. El Banco Mundial estima que, en el próximo decenio, la RAM podría dar lugar a un déficit en el producto interno bruto (PIB) de, al menos, 3.4 billones de dólares anuales y que 24 millones de personas más podrían verse empujadas a la pobreza extrema en 2030 si no se toman medidas sobre la RAM hoy.
Fotografías: FAO Prensa
