Análisis

Respuesta agraria para enfriar el planeta

Se alerta de los devastadores efectos para el clima de unas políticas agrarias que fomentan el abandono de las pequeñas y medianas explotaciones y priman un modelo industrial de agricultura, “rico” en emisiones de CO2

notarespuestagrariaESPAÑA.— La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) mostrará durante los próximos días en Copenhague cómo el modelo de “agricultura social y familiar” puede servir para combatir de forma eficaz los negativos efectos del cambio climático. Javier Sánchez Ansó, representante de COAG en la Coordinadora Europea Vía Campesina, participa en los actos paralelos a la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático, que se desarrollarán hasta el próximo 15 de diciembre en la capital danesa.

“Aunque las principales políticas adoptadas por los gobiernos se han centrado principalmente en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para controlar la progresión del cambio climático, la agricultura y ganadería social suponen una baza muy importante en este proceso y no puede ser ignorada en las políticas estatales ni europeas sobre el cambio climático”, señaló Sánchez Ansó desde Dinamarca, a lo que añadió; “los pequeños y medianos agricultores podemos contribuir activamente al enfriamiento del planeta”.

El sistema de alimentación actual, sustentado en el modelo industrial de agricultura, puede ser uno de los principales actores del cambio climático. Las cifras aceptadas internacionalmente para la agricultura industrial por las emisiones del cambio de uso de la tierra y la energía utilizada en las prácticas del tratamiento, refrigeración y transporte de alimentos, señalan que las emisiones del sistema global de alimentación pueden llegar a constituir el 50 por ciento del total.

La agricultura social y familiar, conectada con la producción local para el consumo local —que reduce enormemente el uso del transporte y la energía relacionada— puede ofrecer una solución verdadera y práctica para frenar el cambio climático, a la vez que proporciona alimentos sanos y frescos a todos los consumidores europeos.

La Unión Europea podría abrir el camino hacia ese replanteamiento de la agricultura y la producción de alimentos. Mediante la promoción del modelo social de agricultura familiar en explotaciones diversificadas —donde hay reservas de carbono en el suelo—, el uso reducido de energía y de aditivos químicos y el apoyo a las economías rurales y locales, la UE podría contribuir a reducir significativamente el uso de la energía y de las emisiones.

COAG viene alertando de los devastadores efectos para el clima de unas políticas agrarias en Europa que fomentan el abandono de las pequeñas y medianas explotaciones y priman un modelo de agricultura industrial. A fin de corregir esto, la Europa de los 27 debe promover el establecimiento de pequeños y medianos productores en el campo, aumentando así el empleo rural e invirtiendo la tendencia actual según la cual desaparece más de una explotación cada minuto en el territorio comunitario.

Fuente: Agroinformacion.com

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