La mayoría de los acuicultores del país, que en un principio se dedicaban a la pesca en alta mar o a actividades agrícolas, ante la baja de los ingresos monetarios y los recursos naturales cambiaron de actividad.
La producción de camarón, ostión y mojarra son los casos más claros de cómo la acuicultura ha cobrado auge en los últimos 10 años. Datos de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) revelan que tan sólo en el caso del camarón la participación de la acuicultura llegó a 54 por ciento del total de la producción.
Para la mojarra, el cultivo en estanques controlados llegó este año a ocupar 88 por ciento de la producción nacional y el ostión el 95 por ciento. En 1994 la producción nacional de camarón era de 76,324 toneladas, de las cuales el 83 por ciento se obtenía de la captura en alta mar.
Sin embargo, para el año pasado, de las 125,206 toneladas, sólo 46 por ciento se sacaron del mar. La acuicultura es la producción en espacios determinados, controlados y vigilados por la mano del hombre de productos marinos con fines comerciales y la piscicultura es el repoblamiento de una especie.
Fuentes del sector coincidieron en que las razones por las que la captura va a la baja es que los fenómenos meteorológicos y la pesca ilegal han ido afectando los recursos naturales, y la acuicultura es el soporte para abastecer la demanda.
Rafael Ruiz, presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola (Canainpesca), advirtió que los fenómenos meteorológicos, como los huracanes, afectan la captura en alta mar y en el caso del sureste del país los pozos petroleros de Pemex restringieron desde hace 20 años la captura.
«A nivel mundial, la ONU ha determinado que los recursos naturales en alta mar están en los límites, mas no en extinción, por lo que se deben aplicar las vedas y eso se hace en México, pero sigue existiendo la pesca ilegal. En el sureste antes se pescaban 20 mil toneladas de camarón, pero Pemex restringió la pesca en 60 por ciento por los pozos», dijo Ruiz.
Adrián Chávez, líder de los productores pesqueros de Sonora y diputado federal, coincidió con que la pesca ilegal afecta la producción natural en alta mar, lo que ha hecho que las embarcaciones cada vez obtengan menos productos.
Moisés Gómez Reyna, director general de fomento de la Conapesca, afirmó que hay tres programas para contrarrestar la caída de la captura en alta mar: reconversión productiva para que los pescadores se dediquen a otros productos y no se concentren en los de captura, como camarón.
Fuente: Reforma
