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Desde que fue descubierta la roya del

cafeto en el año de 1861, distintas alterna-

tivas de protección han surgido. Reportes

de 1895 relatan cómo se utilizaba el caldo

bordelés (un kilogramo de sulfato de co-

bre, unkilogramodecal vivay100 litrosde

agua) para el manejo de la enfermedad.

Por lamisma época también se trabajaba

con oxicloruro de cobre en Asia, África y

la India, con dosis que oscilaban entre 3.0

y 6.0 kilogramos por hectárea utilizando

volúmenesdeaplicacióndesde100hasta

mil100 litrosporhectárea.Posteriormente

en 1958, Saccas y Charpentier llevaron a

caboenÁfricaexperimentosdeaplicacio-

nes de fungicidas, para evaluar la eficacia

de otros productos como captan, zineb y

ziram, los cuales dieron resultados simila-

res a los del oxicloruro de cobre, pero con

unadisminuciónen lacaídadehojas.

En 1970 laUniversidad Federal de Viço-

saenBrasil, iniciópruebasdecampopara

evaluar la eficacia de algunos fungicidas,

trabajo lideradoporelprofesore investiga-

dor GeraldoM. Chávez del departamento

demicrobiologíadedichauniversidad.

Los fungicidasevaluadoscontrolaron la

enfermedadconaplicacióndeproductos

a base de cobre con una dosis de 2.0

kilogramos por hectárea y aplicaciones

espaciadas cada cuatro semanas. Los

resultados fueroncontundentes, lasplan-

tas no tratadas presentaron porcentajes

de infección que oscilaron entre un 40 al

80 por ciento mientras que los porcenta-

jes en plantas tratadas se mantuvieron

por debajode un 5por ciento.

En las últimas décadas se han desa-

rrollado fungicidas sistémicos, los cuales

tienen efecto inhibiendo la germinación

de lasesporas, produccióndehaustorios

y en algunas ocasiones la penetración

del patógeno. Dentro de los fungicidas

sistémicosseencuentranprincipalmente

los que pertenecen al grupo de los tria-

zoles tales como ciproconazol, flutriafol,

flusilazol, hexaconazol, propiconazol y

triadimefón. Estos fungicidas permiten

atacar el hongo durante el crecimiento

miceliar y la formación de las pústulas.

Hoy en día se ha logrado obtener bue-

nos resultados con unas sustancias fun-

gicidas encontradas originalmente en el

hongo

Strobilurus tenancellus

, conocidas

comoestrobilurinas, lascualespresentan

efecto sobre la germinación, penetración

y esporulación del patógeno.

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AGROINDUSTRIA