Luego de una reunión en la delegación de Economía, el dirigente Refugio Muñoz Pérez dijo que se expusieron tres planteamientos muy concretos: que se informe de las importaciones recientes de leche en polvo; que se paren éstas, y que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) deje de estar pasiva ante la comercialización “de porquerías que se venden como productos de leche y sus derivados”.
Todos los entrevistados resaltaron que el problema del bajo precio y la limitación de las compras de leche fresca perjudican sobre todo a los lecheros de hatos menores de 50 vacas.
También señalaron que “el Consejo de Fomento para la Calidad de la Leche y sus Derivados (Cofocalec) es un gran alcahuete al servicio de las grandes empresas y de la familia González Uyeda (los dueños de Lechera Guadalajara)”.
No hubo leche regalada
Otra vez se hizo el recorrido desde el cruce en Zapotlanejo de las carreteras libres a Tepatitlán e Irapuato, para protestar ante dependencias oficiales, sobre todo en las oficinas de las delegaciones de las secretarías de Agricultura en Tlaquepaque y de Economía en el centro tapatío.
En esta ocasión las autoridades no permitieron la entrada de un tanque con leche fresca que se pretendía regalar a la población en el centro de Guadalajara.
Un contingente de lecheros se quedó en la colonia El Álamo en la delegación de Agricultura; mientras que otro estuvo en la delegación de Economía, adonde ingresó una comisión encabezada por el dirigente del Frente Nacional por la Defensa de Leche, Refugio Muñoz Pérez.
Este movimiento fue repetido en otros puntos del país, sobre todo en las regiones de importancia en la producción lechera nacional, como La Laguna y la cuenca de Tizayuca, Hidalgo.
Fuente: Milenio Online
